Análisis. Certezas e incertidumbres en la cadena de ganados y carnes

Aproximándonos al último tercio de un año en el que la Humanidad sufrió uno de los golpes más duros de la historia moderna, se plantean más hipótesis que certezas. Intentaré transmitir algunos conceptos, con la intención de colaborar en la búsqueda de señales que podrían asociarse al futuro del sector de ganados y carnes.

Los números de la primera mitad del año han superado las expectativas más optimistas. De ese modo, el sector asoma como uno de los más sólidos y sustentables de nuestra vapuleada economía. Tal vez cuando menos lo esperábamos, tanto las categorías de recrías como los vientres, esenciales para el crecimiento de la oferta, se han transformado en refugios de valor; una alternativa que históricamente correspondió al dólar billete.

Contra todas las expectativas y en el medio de una pandemia devastadora, el mercado mundial de carnes, liderado por China, sigue creciendo con un nivel de demanda que supera las posibilidades de la oferta. En este punto, es justo aclarar que el principal motivo de este desequilibrio obedece a la drástica caída de la producción de carne de cerdo -por efecto de la fiebre porcina africana-, cuyo volumen resulta equiparable al conjunto de exportaciones de carnes, considerando todo origen y destino.

Primer semestre. Fuerte suba de las exportaciones de todas las carnes

Como consecuencia directa de esas circunstancias, surge la primera certeza. Demandará muchos años lograr el equilibrio entre oferta y demanda de carnes. Entre tanto y a pesar de la enorme caída de la economía mundial, los precios mantendrán su firmeza con tendencia al alza.

En ese contexto, en el ámbito de ganados y carne vacuna, se destacan las expectativas ante el incremento de los embarques. Simultáneamente, se detectan pérdidas del poder adquisitivo en el consumo interno y la imprevista valorización de los animales jóvenes y de los vientres productivos, como alternativa eficaz de resguardo de valor de capital.

Se prevén un incremento en los precios

De ese modo, se plantea la segunda certeza. Una sostenida y consistente mejora en aspectos esenciales vinculados con la eficiencia productiva: aumento de vientres jóvenes y productivos (más terneros por madre en servicio) e incremento de las recrías de animales, que saldrán a faena con mayor peso a menor edad. Tales cambios conformarán una ganadería más competitiva, apta para capitalizar las oportunidades descritas en la primera certeza.

Carne vacuna. Las nuevas demandas de los consumidores y la importancia del storytelling

La tercera certeza se vincula con las inversiones significativas en el sector industrial, como consecuencia de años con buenos niveles de rentabilidad y expectativas favorables. Tras décadas de subestimación, se percibe que el sector agropecuario comienza a ser valorado y reconocido como uno de los motores con mayor potencial de crecimiento sustentable.

Eficaz propulsor de la transformación de granos (productos primarios) en manufacturas de alto valor agregado y con encumbrada demanda internacional. Tal vez, el único preparado para consolidar una significativa contribución a la balanza comercial, la creación de empleos de calidad y el arraigo genuino de familias a lo largo y ancho del vasto territorio nacional.

En cuanto a las incertidumbres, hay que buscarlas en nuestro país. Y su resolución o no dependerá mayoritariamente de decisiones políticas. Con enorme impacto tanto en el impulso como en el freno a la competitividad e imprescindible para participar exitosamente en un mundo que se volverá aún más complejo como consecuencia de la pandemia.

Debemos prepararnos para un entorno más hostil, dominado por estrategias orientadas a endurecer las exigencias y elevar costos de ingreso, junto con la reimplantación de mecanismos proteccionistas en beneficio de las producciones internas. Y mercados con consumidores que elevarán sus preferencias por productos elaborados con mayor responsabilidad social.

En este punto, deberíamos preguntarle a nuestra clase dirigente, tanto privada como pública, si estará a la altura de las circunstancias para trabajar unida a fin de reducir las incertidumbres y consolidar las oportunidades que derivan de las certezas.

El autor es productor y asesor ganadero