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Alzamiento de votantes 'políticamente incorrectos' impulsa ventaja del ultraderechista Bolsonaro en Brasil

El ultraderechista Jair Bolsonaro cuenta con una ventaja de 18 puntos en las encuestas antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil (FOTO EFE)
El ultraderechista Jair Bolsonaro cuenta con una ventaja de 18 puntos en las encuestas antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil (FOTO EFE)

La crispación domina el ambiente político de Brasil. El antagonismo entre los que apoyan la continuidad del Partido Laboral, encabezada por Fernando Haddad, y los que prefieren el relevo de la ultraderecha del Partido Social Liberal (PSL), liderada por Jair Bolsonaro, se exacerba en la medida que se acerca la segunda vuelta de las elecciones presidenciales pautadas para el 28 de octubre.

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La consolidación de Bolsonaro como puntero de las encuestas con un 59 por ciento de la intención del voto, frente a una preferencia del 41 por ciento para Haddad, ha concentrado la presión sobre los brasileños que ya decidieron apoyar al ex militar conservador célebre por sus escandalosas frases sobre puntos álgidos para la opinión pública como el trato igualitario a las mujeres, la diversidad sexual y la tenencia de armas.

Los socialistas tildan de racistas, xenófobos, homofóbicos, misóginos y clasistas a los electores de Bolsonaro, mientras los analistas se preguntan cómo es posible un triunfo ultraconservador en un país con una población mayoritariamente mestiza y pobre.

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El filósofo y escritor brasileño Luiz Felipe Pondé dijo que estos votantes no son extremistas ni radicales de derecha sino personas que se sienten excluidas del debate político por tener ideas consideradas políticamente incorrectas.

“Aquí en Brasil mientras más se intenta reflejar que los que votan por Bolsonaro son fascistas, xenófobos, homófobos, más se refuerza la posición de una gran parte de la población, no porque sean racistas o sexistas, sino porque se sienten excluida del debate público”, expresó Pondé en un video divulgado por redes sociales.

El pensador y profesor universitario explicó que Bolsonaro tocó una nota similar a la que tocó Donald Trump en la campaña por la presidencia de Estados Unidos entre personas que no se encontraban dentro del espectro del fascismo.

“Hay un conjunto de ideas que son caracterizadas por ser políticamente incorrectas. Esa investigación demostró de manera bastante organizada que muchas personas han sentido una censura continua en su propia capacidad de evaluar la realidad. Y cuando piensan ¿Quién debería recibir dinero del estado: alguien que está preso, un asaltante, un asesino, o un familiar de alguien que fue asesinado por ese asaltante? Independientemente de su respuesta técnica, la expectativa afectiva-política de ese grupo que se siente víctima de la delincuencia es poder manifestar esa posición políticamente incorrecta”.

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El académico explicó que lo que muestra la investigación es que hay un alzamiento contra lo políticamente correcto.

“Bolsonaro consiguió capturar toda una gama de afectos sociales y políticos de una parte enorme de la población que se siente que es percibida como monstruosa porque tiene la expectativa de que los delincuentes vayan a la cárcel, que los bandidos no ganen dinero, que la hija pueda regresar sola de noche de la universidad sin ser asaltada”.

Una seguidora de Jair Bolsonaro imita un gesto del candidato presidencial y muestra su mano en la que se lee: “Dios, Patria y Familia”, durante un mitin en Sao Paulo el 9 de septiembre de 2018 (AFP/ Miguel SCHINCARIOL)
Una seguidora de Jair Bolsonaro imita un gesto del candidato presidencial y muestra su mano en la que se lee: “Dios, Patria y Familia”, durante un mitin en Sao Paulo el 9 de septiembre de 2018 (AFP/ Miguel SCHINCARIOL)

La influencia de las redes

Pondé, quien es coordinador de la Facultad de Comunicación y Marketing de la Fundación Armando Alvares Penteado, explicó que otro fenómeno clave en el análisis de las elecciones brasileñas de 2018 es la transformación de los mecanismos de comunicación política y el desplazamiento de las campañas electorales tradicionales.

“Ahora todos hablan con todos. Y aunque hay empresas especializadas en potencializar la difusión de los contenidos, la verdad es que todo el mundo continua hablando entre sí. Y el protagonista del proceso Jair Bolsonaro es un caso típico de crecimiento y surgimiento en las redes sociales. Ese factor, que pudiera no parecer tan fundamental, pero fue uno de los factores más importantes en el funcionamiento de las elecciones de Brasil y en también el caso de Donal Trump en Estados Unidos”

El académico dijo que hay que estudiar el impacto que las redes sociales está causando en la vida política. “A decir verdad nacie sabe a dónde irá a parar”.

Crisis económica y política

Fernando Haddad, candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores, asiste a una rueda de prensa en Sao Paulo el 16 de octubre de 2018 (REUTERS/Paulo Whitaker)
Fernando Haddad, candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores, asiste a una rueda de prensa en Sao Paulo el 16 de octubre de 2018 (REUTERS/Paulo Whitaker)

El deterioro de la economía, con el repunte de la inflación, el alza en la cifra de desempleados y la devaluación del real frente al dólar también terminó con la luna de miel de parte del electorado con los gobiernos del PT.

La desilusión y la polarización política se intensificó con la inestabilidad que causó el estallido del mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, liderado por la Fiscalía en la Operación Lava Jato, que desencadenó la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y el encarcelamiento del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Pese a la condena firme a 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero, Lula contaba con el 40% de la intención de votos cuando el Tribunal Electoral dictaminó que no podría lanzarse como candidato la primera semana de abril.

Haddad intentó mantener la simpatía del electorado que apoyaba a Lula a pocas semanas antes de la primera vuelta del 7 de octubre pero sólo apenas obtuvo el 29% de los votos mientras que su principal rival obtuvo el 46%.

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Un dato interesante es que mientras Bolsonaro también encabezaba las encuestas de rechazo en la primera ronda electoral, ahora es Haddad el que ha atraído el mayor porcentaje de desaprobación con 47% de votantes que aseguran que no votarán por el candidato del PT bajo ninguna circunstancia.

El peso de la religión

El apoyo explícito de líderes religiosos es otro factor que ha permitido que Bolsonaro esté a un paso de convertirse en el próximo presidente de Brasil. Edir Macedo, el líder de la Iglesia Universal del Reino de Dios, que cuenta con siete millones de seguidores, siete mil templos, un partido político y una estación de televisión, ofreció su respaldo al candidato conservador junto a una docena de otras iglesias evangélicas.

La filósofa transfeminista mexicana Sayak Valencia explicó al diario argentino Página 12 la influencia del pensamiento evangélico en el apoyo del líder de ultraderecha.

“Muchos de los discursos construidos desde el campo democrático, incluso nuestros discursos desde la teoría, no alcanzan a permear en las poblaciones. La religión llena de contenido y vuelve inteligible el mundo. Está también el tema sacrificial: este mesías, que a veces es abiertamente deleznable, pide una ofrenda a quienes votan por él. Sería: “bueno, sacrifiquemos un poco lo democrático en pos de una vida mejor”, que a juzgar por lo que ofrece suena más bien a una supervivencia”, dijo Valencia.