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Alternativas ofrecidas a cocaleros en Perú son insuficientes, según la ONU

La aplicación de programas de desarrollo alternativo y sustitución de cultivos ilegales de coca en Perú, como parte de la lucha antidrogas, se lleva a cabo de manera inadecuada e insuficiente, dijo este jueves en Lima un funcionario de la oficina antidrogas de la ONU. Pese a que Perú es actualmente el segundo productor mundial de hojas de coca, los planes del gobierno y la cooperación internacional para suplantar ese cultivo llega apenas al 20 o 25% de los campesinos cocaleros, según el director de operaciones mundiales de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, Aldo Lale-Demoz. "Los campesinos nos han pedido en Perú, al igual que en Colombia, Bolivia y Afganistán, que les demos un programa real y creíble para dejar los cultivos de coca y amapola, pero las inversiones y el dinero nunca han llegado (para abarcar) a todo el universo de campesinos que quisiéramos", dijo el funcionario en diálogo con la AFP. Los campesinos a los que no se ofrecen otras opciones "tienen toda razón de quejarse pues no les llega algo tangible o les llega de a poco", añadió. Lale-Demoz hizo notar que los programas de sustitución de hojas de coca -materia prima de la cocaína- por productos como café, cacao y otros, "son costosos en dinero y tiempo", y anotó que para que tengan éxito requieren de un trabajo contínuo junto a los campesinos "durante diez a quince años". "El primer gran error cometido es pensar que ingresando un par de meses a una comunidad campesina, inclusive dos o tres años, se soluciona el problema, pero no es así", dijo Lale-Demoz. En las cuencas cocaleras de Perú, los agricultores cocaleros señalan que los programas de sustitución de cultivos los llevan inicialmente a sembrar otros productos, pero al poco tiempo los abandonan por no tener mercados para el café o cacao, lo que los obliga a volver a la coca. El funcionario internacional, quien participa en la capital peruana de una Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Desarrollo Alternativo, subrayó que se requiere "ensanchar el campo de acción, con mayor financiamiento y con una alianza entre los gobiernos, la sociedad civil y el empresariado". La superficie dedicada al cultivo de hoja de coca en Perú aumentó en 2011 a 62.500 hectáreas (61.200 en 2010) situándose en segundo lugar mundial detrás de Colombia y adelante de Bolivia, según un informe anual de la ONU. En la inauguración de la conferencia, el ministro peruano del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, consideró que desarrollo alternativo "no es arrancar cuatro arbustos de hoja de coca" sino que es un proceso que va más allá y que incluye llevar el desarrollo integral a las cuencas cocaleras. La conferencia, que se realiza en la sede de la Comunidad Andina y que concluye el viernes, cuenta con la presencia de delegados de 32 países de América, Europa y Asia con el propósito de debatir mejoras en la ejecución de los programas de desarrollo alternativo. Lale-Demoz refirió que hay buenos ejemplos en que se logró convencer a los campesinos a dejar la coca en los países andinos y el opio en Asia, pero que ese proceso estuvo acompañado de la cooperación, con facilidades para el acceso a mercados nacionales e internacionales. "Debo dejar en claro que donde se ha hecho un trabajo serio sí ha funcionado y las evidencias están ahi, tanto en Perú como en Colombia", aseveró al indicar que Perú "ha hecho escuela" en el tema de desarrollo alternativo. Empero, el funcionario reclamó un mayor financiamiento a los países desarrollados, bajo el principio de la corresponsabilidad compartida entre países productores de droga y países consumidores. En especial, subrayó la necesidad de mayor involucramiento del sector privado en una alianza con la cooperación internacional y los gobiernos, aunque admitió que "hay poco interés" en el empresariado que, estimó, podría contribuir con fondos, haciendo puente en la creación de mercados y dando becas a los campesinos. La aplicación de programas de desarrollo alternativo y sustitución de cultivos ilegales de coca en Perú, como parte de la lucha antidrogas, se lleva a cabo de manera inadecuada e insuficiente, dijo este jueves en Lima un funcionario de la oficina antidrogas de la ONU. La aplicación de programas de desarrollo alternativo y sustitución de cultivos ilegales de coca en Perú, como parte de la lucha antidrogas, se lleva a cabo de manera inadecuada e insuficiente, dijo este jueves en Lima un funcionario de la oficina antidrogas de la ONU. La aplicación de programas de desarrollo alternativo y sustitución de cultivos ilegales de coca en Perú, como parte de la lucha antidrogas, se lleva a cabo de manera inadecuada e insuficiente, dijo este jueves en Lima un funcionario de la oficina antidrogas de la ONU.