Alfonso Romo y el fracaso del millonario que le hablaba al oído a AMLO

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y Alfonso Romo, coordinador de la Oficina de la Presidencia. FOTO: PRESIDENCIA /CUARTOSCURO.COM
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y Alfonso Romo, coordinador de la Oficina de la Presidencia. FOTO: PRESIDENCIA /CUARTOSCURO.COM

A diferencia de los secretarios de Hacienda, de Comunicaciones y Transportes, y de Medio Ambiente, además del director general del Seguro Social, que por medio de una renuncia escrita dejaron el cargo que les otorgó el presidente Andrés Manuel López Obrador, el empresario Alfonso Romo, sin renuncia, deja la coordinación de la Oficina de la Presidencia.

Por medio de su cuenta de Twitter, el presidente López Obrador Informó que Alfonso Romo ya no será funcionario público. "Alfonso Romo dejará la coordinación de la Oficina de la Presidencia, pero seguirá siendo mi principal enlace con el sector privado. Lo cierto es que fue funcionario público solo por tratarse de nosotros. Convenimos que estaría 2 años y se cumplió el plazo".

Como empresario interesado en la política, Alfonso Romo apoyó a López Obrador desde su campaña por la presidencia de 2012. En la campaña de 2018, su ayuda fue clave para mejorar la relación del candidato con los empresarios, a él se debe que los empresarios dejaran de considerarlo “un peligro para México”.

Como coordinador de la Oficina de la Presidencia, Romo operó como enlace entre el gobierno federal y los empresarios. El presidente lo nombró coordinador del Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, función que en los hechos no pudo ejercer ante la resistencia de los secretarios del Gabinete, que le cerraron la puerta.

Las facultades que ejerció Romo lo llevaron a confrontarse con dos de los secretarios que renunciaron, lo mencionaron en sus dimisiones, como interesado en utilizar su posición para influir en sus determinaciones. Fue el caso de Carlos Urzúa, en Hacienda y de Víctor Manuel Toledo, en Medio Ambiente.

Durante sus dos años al frente de la Oficina de la Presidencia Romo fue señalado de incurrir en conflicto de intereses. En meses recientes se vio envuelto en una polémica por una investigación periodística titulada “Un cacique del agua en el paraíso maya”, que lo vinculó con la empresa Enerrall, que habría conseguido algunas concesiones para explotar agua subterránea de los cenotes de la península de Yucatán, lo que, según el reportaje, causó daños ecológicos en la zona. (Proceso, 3 de marzo de 2020)

La función de enlace entre el gobierno federal y los empresarios fue la más relevante de Romo en la Oficina de la Presidencia, a pesar de ello, la relación de López Obrador con los empresarios ha sido tensa desde que inició el sexenio.

La cancelación de la construcción del Aeropuerto Internacional en Texcoco fue la primera determinación presidencial con la que no estuvieron de acuerdo los empresarios. No les gustó que les pidiera la compra de “cachitos” de la Lotería Nacional para la rifa del Avión Presidencial. No estuvieron de acuerdo con cancelar la inversión de mil 400 millones de dólares, de Constellation Brands, que construía una planta productora de cerveza en Mexicali. Reprocharon la determinación de López Obrador de negar apoyos financieros al sector empresarial para salir adelante por la crisis económica que agravó la pandemia y demás. (Sin Embargo, 25 de marzo de 2020)

Algunas determinaciones del presidente en materia económica y financiera han terminado en conflicto con importantes grupos empresariales, lo que indicaría que la función de enlace de Alfonso Romo no era relevante e implicaría que, posiblemente era escuchado, pero no atendido.

Para el sector empresarial, sobre todo del norte, Romo era un enclave en el gobierno de López Obrador, su salida demuestra que cometieron un error y ahora la confianza, que tanto valoran, se encuentra en riesgo. De su colega esperaban que fuera intermediario para limar las asperezas que ha dejado el gobierno de López Obrador, los hechos demuestran que falló.

En el horizonte no se percibe que vayan a mejorar las relaciones de los grupos empresariales con López Obrador. El panorama insinúa la posibilidad de un desastre económico mayor al actual, que podría costar al país años de esfuerzo para superarlo.

Al presidente López Obrador le gusta evocar la historia y sería conveniente que recordara que, la confrontación del presidente Luis Echeverria con los empresarios, llevó al país a un retroceso económico y financiero que requirió décadas para ser resuelto, debido a que la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, solo pudo ser fue recuperada por los siguientes presidentes con hechos, no con palabras. Hoy la batalla está en el outsoursing, ¿y después?

El presidente López Obrador se despide de Romo. No fue una renuncia, pero la salida significa el fracaso de los dos. Uno no supo o no lo dejaron ser enlace. Otro no sabe delegar, no confía y el resultado será el estancamiento económico y el aislamiento político. Sabe hacer intrigas, no sabe construir puentes para resolver problemas. Y no olvidar que desde afuera también nos ven.

También debes ver:

EN VIDEO: Desaparece la Oficina de Presidencia tras salida de Alfonso Romo: AMLO