Alertan sobre normalización de la violencia de género

Luis Carlos Rodríguez

CIUDAD DE MÉXICO, julio 27 (EL UNIVERSAL).- La violencia extrema contra mujeres en el país es consecuencia de la normalización de la misma, la impunidad en casi todos los casos y el discurso desde el poder que desprecia a este sector de la población e incluso ve como adversarias a quienes protestan contra los feminicidios.

Así lo afirmaron sociólogos y sicólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad La Salle, quienes refirieron también que después de la pandemia hay una gran intolerancia en la sociedad, lo que detonó la violencia contra las mujeres y niñas.

La situación se ha normalizado e incrementado en el actual sexenio, con casos extremos que van desde lanzar ácido a mujeres hasta quemarlas vivas o asesinarlas con saña extrema.

La sicóloga y catedrática de la UNAM Tania Rocha dijo a EL UNIVERSAL que estos casos de violencia extrema contra mujeres, adolescentes, niñas y niños "desafortunadamente se están normalizando en el país, e incluso los medios participan en ello en algo que se define ya como ‘la pedagogía de la crueldad’".

Expuso que la pedagogía de la crueldad —concepto de la especialista Rita Laura Segato— son todos los actos y prácticas que enseñan, habitúan y programan a los sujetos a transmutar lo vivo y su vitalidad en cosas, así como enseñan algo que va mucho más allá del matar, enseñan a matar de una muerte desritualizada.

Dijo que esta violencia es usada como recurso para castigar y mandar un mensaje a las mujeres de lo que no deben hacer, porque se están transgrediendo una serie de reglas o el pacto social y, por ello, un tema menor —como una disputa vecinal— puede derivar en tragedias como la ocurrida con Luz Padilla en Jalisco.

"Lamentablemente se busca justificar estos crímenes, lo mismo quemar a una mujer viva o lanzarle ácido diciendo que son conflictos de pareja o crímenes pasionales, pero no se habla de un sistema sociocultural desigual entre hombres y mujeres, machista y misógino", apuntó.

Indicó que estos casos se normalizan, se extienden, se incrementan en este sexenio por el discurso desde el poder que descalifica al feminismo, a quienes protestan contra la violencia hacia las mujeres.

"Es un discurso caracterizado por esta mirada patriarcal, misógina y machista" que fomenta que esta violencia se normalice, se justifique y que exista impunidad a pesar del grave momento que vive el país, en donde no solamente se asesina a las mujeres, sino incluso participan varias personas que graban estos eventos de extrema crueldad.

Felipe Gaytán, sociólogo e investigador de la Universidad La Salle, indicó que en los últimos años —y más específicamente en este sexenio—, hay un incremento de los feminicidios en el país, o por lo menos se están visibilizando —gracias a las redes sociales— temas de violencia extrema, como lo ocurrido en Jalisco, en Morelos o en Oaxaca, con la saxofonista agredida con ácido.

Añadió que también los colectivos feministas, aunque han sido desprestigiados y atacados por el Presidente de la República al catalogarlos de violentos y conservadores, también han logrado que se visibilice esta violencia extrema y se exija no sólo que se frene, sino que se castigue a los responsables, porque la impunidad que impera en el país ha permitido que aumenten los casos.

"Lo más grave de todo esto es que hemos visto una descomposición social, una especie de corrosión social en donde ni la ley ni las instituciones se respetan, y golpear o agredir a una mujer ni siquiera es mal visto o sancionado desde el poder. Tú puedes agredir a una mujer y sabes que no habrá consecuencias, lo cual es muy grave", comentó.

Indicó que la pandemia también redujo los márgenes de tolerancia, y si a eso le sumas la impunidad y el discurso presidencial que muestra un absoluto desprecio por las mujeres, por las causas feministas, entonces "es el cóctel perfecto" para tener un país como el que tenemos.

El especialista dijo que el discurso presidencial, cuando se refiere a las mujeres agredidas, no habla de empatía, sino de desprecio al movimiento feminista, habla de que son conservadoras, que están en contra de su movimiento, de su gobierno.

Mónica Amilpas, socióloga e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, dijo que estos casos de crímenes extremos contra mujeres en México son un síntoma de una sociedad que ha naturalizado la violencia, que si bien ha sido una constante, antes se quedaba en el ámbito de lo privado.

Expuso que hay poner atención a los discursos institucionales y políticos, así como también a las políticas públicas y presupuestos, que al final de cuentas también pueden derivar en tragedias como las que se han registrado últimamente, porque no hay recursos.