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Alerta en Mendoza: el plan de la provincia para afrontar otro verano con sequías extremas

Este invierno las nevadas fueron menores en años anteriores
Marcelo Aguilar

MENDOZA.– La escasez de agua vuelve a preocupar a los mendocinos. Es una crisis que no cesa, con más de una década en emergencia hídrica, y con graves períodos de sequía. Por eso, las pocas nevadas del invierno que se fue, encienden aún más las alertas en la provincia, ya que en los próximos meses los ríos traerán solo el 50% del promedio histórico.

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De acuerdo con el último informe del Departamento General de Irrigación (DGI) sobre el pronóstico 2021-2022 de caudales en los principales ríos de Mendoza, será una temporada “hidrológicamente pobre”, con sequías extremas y severas. En tanto, la disponibilidad del recurso de redujo casi 10% desde 2010. Esto, de acuerdo con los expertos, se explica también por los efectos del cambio climático. Frente a este escenario complejo hacia el futuro, también se incrementan las acciones oficiales para impermeabilizar canales y hacer más eficiente el riego agrícola, pero sobre todo para que la población tome mayor conciencia en el uso diario del recurso, por lo que avanza el plan de instalación de medidores.

“Desgraciadamente sigue la situación de sequía. En todas las cuencas será un año muy complicado. Vamos a estar en problemas muy severos”, expresó Sergio Marinelli, titular del DGI, simbólicamente denominado “gobernador del agua”. En tanto, el mandatario mendocino, Rodolfo Suarez, también se refirió a la problemática que afecta a la región, y bregó por una utilización más racional del agua.

En Mendoza la sequía se volvió la nueva normalidad. Sumado a los efectos globales del cambio climático, ese escenario requiere de acciones concretas y contundentes”, completó Marinelli.

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Estrategias

Según el estudio, que permite establecer un plan de manejo de los embalses para la provisión de agua para riego, energía y consumo, esta temporada invernal tuvo dos eventos significativos de nevadas: uno de intensidad media a fines de junio y otro muy grande a mediados de agosto. Así, las precipitaciones níveas de este año fueron un 50% mayores que las ocurridas en el invierno de 2019, como promedio provincial. Sin embargo, nevó 2,5 veces más en 2020, comparado con este año. “Durante este invierno nevó la tercera parte de un año y medio”, indica el documento, en el que se registra que en los últimos 11 años los cinco ríos más importantes de la provincia (Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Grande), la disponibilidad media del agua se redujo en un 8%. También, se pone en evidencia el dato que más llama la atención: “El pronóstico para la próxima temporada 21/22 es que se tendrá un 50% del derrame histórico de los cinco ríos más importantes de la provincia”. Vale recordar que en 2019/2020 la disponibilidad de agua fue del 43% y el año pasado, del 62%.

Voceros del organismo indicaron que desde este año se estableció una nueva clasificación hidrológica para los derrames de los ríos, basada en el Índice de Derrames Estándar (IDE), que responde a metodologías internacionales impartidas por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). De esta manera, para el río Mendoza, se pronostica un año con “sequía moderada”, para el Grande se ha determinado un año con “sequía extrema” y para los ríos Tunuyán, Diamante, Atuel y Malargüe el pronóstico es de “sequía severa”.

Por su parte, para intentar frenar el impacto que supone la grave crisis hídrica que sigue azotando, las comunas y demás dependencias oficiales se sumarán a un plan de control del uso del agua: la instalación progresiva de 20.000 medidores domiciliarios anuales. También, se trabaja en la reducción y reutilización en el proceso de producción de agua potable y la inversión en plantas de tratamiento de efluentes cloacales. En general, en las distintas obras, se busca rectificar trazas de los cauces, disminuir los tiempos de llenado así como incrementar la eficiencia y minimizar las pérdidas por infiltración, que suelen llegar al 50%.

“Entre los desafíos que tiene Mendoza está la necesidad de que las instituciones trabajen en conjunto por el cambio climático, ya que la mitigación y la adaptación se hace desde los territorios. Tratar de hacer eficiente el aprovechamiento del agua en el consumo humano es un gran desafío y debemos tomar medidas para que no se agrave la situación”, expresó Tadeo García Zalazar, intendente de la comuna de Godoy Cruz.