Alberto Fernández: “Las quejas que escucho son que para ir a comer hay que esperar dos horas”

Alberto Fernández en el acto en Chaco
Alberto Fernández en el acto en Chaco

“Cuando veo que la industria hotelera y gastronómica está a full, ahora resulta que las quejas que yo escucho son que para ir a comer hay que esperar dos horas; bueno, bienvenido sea”, dijo este mediodía el presidente en un acto en Entre Ríos, en un intento por demostrar una mejora económica. “Eso es más trabajo, es más alegría, más disfrute para los argentinos y las argentinas”, agregó el mandatario en medio de un contexto inflacionario que el último año se acercó al casi 100 % interanual y que ya prevé un revés para enero en la tendencia a la baja que venía mostrando en los últimos meses.

Pero esa frase no fue la única que dejó el mandatario en su paso por la provincia mesopotámica. Fernández apuntó también a la unidad del Frente de Todos tras una semana de tensiones internas. “Divididos, todo es más difícil. Si unimos esfuerzos es más fácil ganar” , dijo el mandatario durante su paso por Entre Ríos en un acto de anuncio de obras de infraestructura y deportivas. El mensaje del mandatario llega en momentos en los que en las distintas terminales del oficialismo se busca llegar a una tregua luego de tensiones y cruces. Fernández accedió esta semana a la conformación de una mesa electoral para diagramar la carrera a las urnas en los próximos comicios presidenciales, lo que era uno de los principales reclamos del kirchnerismo.

A lo que se suma que, tal como adelantó LA NACION ayer, Fernández retomó el diálogo con Cristina Kirchner, vía Telegram en los últimos días, tras varias semanas sin hacerlo.

Sobre el final de su discurso y tras haberle agradecido al gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, Fernández apuntó: “algunos seguirán enojados, otros criticando. Yo esto convencido, cada día más convencido, de que es el tiempo de que el barullo de la política se calme un poco y empiece a sonar la sonrisa de la gente”.

El tono del mensaje del mandatario va en línea con lo que buscaban transmitir desde su entorno en los últimos días tras el incidente interno iniciado luego de que el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, hiciera saber su malestar por no haber sido invitado a un acto en el marco de la visita del mandatario brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva.

Cuando desde el kirchnerismo se hablaba de una “tregua” y “bajar los decibeles” tras el tweet de De Pedro con el que el lunes a la noche pareció buscar paños fríos en la situación los albertistas tomaban distancia al considerar que “una tregua se da cuando hay una guerra y nosotros no estamos en una”. Al tiempo que insistían en la necesidad de “mantener la unidad” para llegar competitivos a octubre, algo sobre lo que volvió hoy Fernández.

Previamente el mandatario había dicho: “todos queremos que a la Argentina le vaya bien, que vivamos mejor. Entre las suerte que he tenido, que no fueron muchas, dos años de pandemia, de guerra, la suerte no me caracteriza” tras lo que reconoció a Bordet por la “ayuda” durante los tres años de gestión.

Bordet viene de ser el protagonista de un traspié en el marco de la avanzada del Ejecutivo y los mandatarios provinciales contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación. A comienzos de este año su firma fue incluida por Casa Rosada entre la de los mandatarios que avalaban el pedido de juicio político a los cuatro miembros del máximo tribunal, pero luego se supo desde el entorno del entrerriano que no estaba allí.