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Agustín "Cachete" Sierra e Inbal Comedi: "El jurado de Cantando 2020 podría haber sido más generoso"

Este viernes, Agustín "Cachete" Sierra y su compañera, Inbal Comedi, se impusieron como los grandes ganadores de Cantando 2020. La pareja fue, una vez más, la elegida por el público, que torció la elección del jurado y los consagró como los campeones del certamen de eltrece.

"La verdad es que estoy muy, muy, muy feliz. Hoy me levanté muy liviano, muy contento. Lo que ocurrió fue muy lindo. Veníamos de un año que fue para todos muy duro, de mucho encierro, de soledad", explicó Sierra este sábado a LA NACION. Y es que, más allá de haberse convertido en el gran favorito de los televidentes, el 2020 no fue un año fácil para el actor: en medio de la pandemia fallecieron su padre y su abuelo.

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"Me tocó vivir algunas de las cosas más difíciles de mi vida y estaba medio desarmado. Por eso, la propuesta de participar de Cantando significó para mí la posibilidad de volver a focalizar en lo mío, en el trabajo y en una experiencia que no sabíamos qué nos iba a deparar. Esta experiencia me demostró que a veces la vida te quita, pero también te da y hay que saber agradecer estos momentos. Fue el trabajo más difícil de mi vida y estoy muy contento de haberlo aceptado", agradeció.

Más allá de lo que significaba la propuesta, Sierra sabía que no le iba a resultar sencillo mantenerse en el certamen. Es que, a diferencia de la mayoría de sus contrincantes, él no solo no era cantante profesional, sino que nunca había cantado. "Arriesgarme a cantar, a los 30 años y cuando nunca lo había hecho en mi vida, fue todo un desafío. De hecho, siempre me habían dicho que no podía", reconoce el actor de Chiquititas, Floricienta y Casi Ángeles.

Sin embargo, la vida le tenía asegurada otra sorpresa: un equipo a la altura de sus sueños y su capacidad de trabajo. Su compañera, a diferencia de él, tenía una gran experiencia en el mundo de la música. Además de cantar, Inbal toca varios instrumentos, compone sus propios temas y tiene experiencia en el teatro musical. La química entre ellos logró que aquella combinación fuera letal para los demás concursantes.

Los primeros pasos

"Cuando recibí el llamado, no sabía qué iba a suceder con el mundo. Además, en lo personal, nunca había participado de un certamen de este nivel, tan conocido y en el canal más visto del país. En ese momento, jamás hubiese imaginado llegar a lo que llegamos", recuerda Inbal. La cantante nació en Haifa, Israel. Sus padres son argentinos y aman la música. "Mi papá es doctor en Física, pero toca la guitarra desde muy joven y fue él el que me enseñó a tocar. Pasé parte de mi infancia y adolescencia en Brasil y Canadá. En 2006 vinimos a Argentina. Viví 6 años en Tucumán y luego me mudé a Buenos Aires para seguir formándome en teatro musical", repasó, sin agitarse.

A pesar de su experiencia, la cantante indicó que para ella también significó un gran desafío participar del programa: "A mí me tocó trabajar mucho con la parte corporal, con la actitud y con el concepto de show. Yo vengo de otro palo, y estar en esa pista es otra cosa: estás bajo presión, sabiendo que te está mirando todo el país. El hecho de que me haya tocado como compañero alguien como Agus, que tiene un recorrido súper largo y muchísima experiencia en el ambiente, me ayudó mucho".

Si bien desde el comienzo del certamen el público dejó en claro que los tenía en su lista de favoritos, las primeras galas no fueron fáciles. "¡Arrancamos muy mal! Pero después, tuvimos galas muy buenas, también. Tuvimos mucho crecimiento en lo personal y en lo vocal. La verdad es que el trabajo de nuestra coach, Steffi, fue algo hermoso. Es una de las personas más lindas que me tocó conocer en este último tiempo, y agradezco tanto que haya sido ella la cabeza de este equipo, de esta familia que armamos con Inbal", aseguró Sierra.

Una familia de tres

Curiosamente, Inbal coincide con el concepto de familia. Y también en reconocer el gran trabajo de la coach. "Fue un proceso difícil, largo y con muchísimos desafíos. Yo entré como partenaire; no era alguien conocida en el medio. Mi objetivo era servirle de sostén a Agus, porque yo sabía que no era cantante y que no iba a ser fácil. Pero algo en la energía de los tres, de Agus, de Steffi y de mí, hizo que funcionáramos. Todo encajó desde el primer momento: el sentido del humor, la actitud, las ganas de avanzar, de crecer. Los tres estuvimos siempre muy enfocados en nuestras ganas de mejorar y de trabajar a pesar de las dificultades. Por eso, se hizo fácil trabajar con ellos", asumió.

"El cariño que se vio en la pantalla entre nosotros es el que nos tenemos. Siempre tratamos de dar lo mejor desde el día uno, sabiendo que teníamos todas en contra, porque yo era de los participantes que no cantaba", sumó Cachete.

Inbal, a su vez, le devolvió los elogios: "Agustín es muy humano y muy auténtico. A mí me ayudó muchísimo trabajar con alguien que nunca me presionó para que fuera alguien que no soy. Él y Steffi respetaron siempre mi proceso y él siempre me ayudó en lo que necesité y yo traté de ayudarlo desde mi experiencia vocal y musical. Steffi fue una gran guía para los dos, súper, súper humana, divertida, amorosa y compañera".

El público sí, el jurado no

Quizá por aquella química que traspasaba la pantalla, por el progreso gala a gala o por la actitud respetuosa de ambos frente a las críticas, Cachete e Inbal lograron salir vencedores en la instancia del voto telefónico en varias oportunidades. Pero si bien el público decidía salvarlos una y otra vez, a algunos miembros del jurado, compuesto por Nacha Guevara, Karina "La Princesita", Oscar Mediavilla y Moria Casán, sus propuestas parecían no conformarlos nunca. "Sí, sentí algo extraño de parte del jurado por momentos. Es un certamen donde hay gente que no canta y gente que sí. Entonces, llegó un equipo que el público quería que llegase, por esfuerzo, por demostrar que se puede, por ser respetuosos, por tener los pies sobre la tierra, por enfocarse y hacer las cosas con amor, con pasión, con mucho trabajo y dedicación. Pudimos crecer todo lo que demostramos y la gente valoró mucho eso. Gracias al público llegamos hasta la final, y en esa instancia sentíamos que ya habíamos ganado", repasó Sierra.

Su compañera, una vez más, coincidió: "Todos saben que no fue una experiencia fácil para nosotros porque pasamos muchísimas sentencias, muchos teléfonos... Tuvimos que enfrentarnos a la devolución muy dura del jurado y al hecho de estar siempre en riesgo de irnos. Pero lo que importa siempre es la actitud que uno tiene frente a las trabas: podríamos habernos rendido, podríamos habernos enojado, y siempre optamos por mejorar.

La molestia de Guevara cuando la pareja resultó vencedora de la primera de las semifinales del programa se mantuvo y se hizo visible, también, durante la segunda semifinal y el último programa del ciclo. De hecho, fue la única que, además de no elegirlos en ninguna de las cuatro batallas, no los aplaudió cuando se dio a conocer el voto del público.

Con el trofeo en sus manos y todo el tiempo del mundo para repensar sus carreras, Cachete e Inbal se niegan en focalizar en la actitud de la exconductora de Me gusta ser mujer. "Hemos tenido buenas galas y malas galas. Hubo veces en que creímos que nos había ido bien en cuanto a nuestras performances, y el jurado nos ha dado devoluciones muy duras. Pero, reitero, la actitud del equipo siempre fue tomar lo que nos servía, lo que nos podía ayudar a crecer. Lo otro, tratamos de que no nos afectase y que no nos tirara para abajo, porque no queríamos frenarnos. Queríamos, a toda costa, llegar a nuestro máximo y siempre supimos que no iba a ser fácil, porque estábamos en un certamen de canto, y a Agustín iba a resultarle más difícil conquistar al jurado. De todas maneras, estamos felices de que todos pudieron ser testigos de un crecimiento enorme, desde la primera gala hasta la última. Fue enorme la evolución de Agus, y yo también aprendí a manejar esa situación de muchísimo estrés y muchísima presión, de tener que aprender muchas canciones en muy poco tiempo, de tener que resolver distintos estilos", indicó la cantante.

Cachete, a su vez, no se mostró tan contemplativo: "Creo que el jurado, conociendo las reglas del programa, podría haber sido más generoso con nuestro trabajo y nuestra evolución. Pero, bueno, los respeto; son todos grandes artistas y cada uno tiene su opinión. Ellos apostaron a quienes querían que ganaran y le dieron su reconocimiento a Angela Leiva y a Brian Lanzelotta, que tanto se lo merecen, porque son dos personas bárbaras y muy talentosas".

Los otros finalistas

Si algunos miembros del jurado se tomaron esta final como si si tratara de un verdadero duelo, los cuatro protagonistas entendieron que, lejos de tratarse de una compulsa entre el tesón y el talento innato, el hecho de haber llegado a esta instancia ya los había convertido en ganadores. Tanto los vencedores como Leiva y Lanzelotta se encargaron de expresar que esa era la final que habían soñado y que la disfrutaron sin perder el compañerismo que supieron construir con el paso de los meses.

"¡Angela es una bestia! Ayer vivimos una final muy en familia, no como una competencia. Lo disfrutamos los seis y lo celebramos de la misma manera, después de un año de mucho trabajo. Nosotros no faltamos a ninguna gala, estuvimos de principio a fin. Y fue un placer haber dicho que sí y jugármela por esto. El premio es el reconocimiento del público. Todo el cariño y el amor que nos brindaron llegó y fue una locura", explicó Serra. "Tal cual. Angela y Brian son súper humanos y divinos. Estábamos los cuatro muy felices de poder compartir esta experiencia. Era la final que queríamos los cuatro", agregó su compañera.

A la hora de hacer un balance sobre su paso por Cantando 2020, Comedi expresó: "Hemos tenido que enfrentar comentarios durísimos con respecto a nosotros y a nuestro trabajo, y lo de ayer fue un enorme mimo y un reconocimiento a todo nuestro trabajo y a nuestra actitud de no haber renunciado en ningún momento. ¡Y además, logramos pasar el certamen sin contagiarnos Covid-19!".

"Pasamos siete meses en el certamen pensando que íbamos por una o dos galas y logramos permanecer mucho más de lo esperado y con mucho más cariño de la gente del que podíamos habernos imaginado. No esperábamos el trofeo, porque para nosotros nuestro desempeño ya había sido cien veces mejor de lo que esperábamos. Fue un mimo, un regalo enorme ese trofeo", agregó el actor.

De cara al futuro

Conscientes de que alcanzaron un nivel de popularidad que no deben dejar pasar, tanto Sierra como Comedi ya están pensando en sus nuevos proyectos. La cantante le explicó a LA NACION: "Tengo muchos proyectos en mente en los que a partir de ahora me voy a poder enfocar. Comencé el año con planes de grabar mi primer EP. Esta fue una experiencia súper enriquecedora porque es hermoso sentir que ahora la gente me conoce y quiera saber sobre mi trabajo. Mi sueño es poder construir una carrera como actriz de teatro musical y como cantautora. Y esta fue una escuela en la que pude trabajar muchísimo la parte performática y la versatilidad. Además, pude ampliar mi registro. Yo soy soprano y tuve que cantar en un registro mucho más grave del que estoy acostumbrada".

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Cachete, en tanto, reveló: "¡Ahora me toca descansar! Es momento de pensar en todo lo que afrontamos en 2020 y en estos días de 2021 y esperar que se resuelvan las cosas lo mejor posible. En lo personal, espero poder capitalizar todo este baldazo de popularidad y esta oportunidad que nos dieron Marcelo Tinelli, eltrece y LaFlia, y hacer lo que me gusta, que es actuar".