Aguascalientes, entre los estados con menos cadáveres inhumados en fosas comunes

Durante el año 2020 en Aguascalientes se inhumaron 12 cadáveres en fosas comunes de los cementerios públicos municipales, los cuáles no fueron identificados ni reclamados por familiares, según datos de la Recopilación de Información de los Cementerios Públicos en las Zonas Metropolitanas del país 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

De esta manera, Aguascalientes es una de las 40 zonas del país con menor cantidad de cadáveres sin identificar que fueron inhumados en fosas comunes.

A nivel nacional se contabilizaron 10 mil 557 cadáveres que fueron enviados a fosas comunes, de los cuáles 2 mil 700 fueron cuerpos que fueron ser identificados por sus familiares, 4 mil 910 no fueron identificados y 1,404 no fueron ni identificados ni reclamados.

El Valle de México y Acapulco fueron las zonas metropolitanas con mayor cantidad de cadáveres no identificados.

A finales de 2020, se tenía un registro de 8 mil 32 fosas comunes en operación, lo que significó un aumento del 32.3% a comparación de las que se tenían en junio del mismo año. Lo anterior, debido al aumento de actividad que se tuvo en los cementerios públicos durante los primeros meses de la pandemia del Covid-19.

Asimismo, se calcula que hay 10 mil 241 fosas comunes que ya no están en operación en el país.

En Aguascalientes hay 12 fosas comunes en los cementerios públicos que dependen de las autoridades municipales.

Según el censo, a finales de 2020 la capacidad instalada a nivel nacional en los cementerios públicos fue de 6 millones 409 mil 932 fosas o tumbas, 354 mil 595 criptas, 211 mil 954 gavetas en criptas familiares, un millón 68 mil 640 gavetas, 130 mil 412 nichos y 2 mil 516 espacios con otro tipo de alojamiento.

A comparación de la capacidad de espacios en los cementerios públicos a junio de 2020, la cantidad de fosas, tumbas y criptas familiares aumentó un 5.1%, mientras que las gavetas en criptas familiares y nichos presentaron un aumento del 4.3% y 10.1% respectivamente, lo que refleja la demanda de servicios funerarios que se tuvo durante los momentos más álgidos de la pandemia de Covid-19.