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Adela Noriega y la mala fama de la que no pudo despojarse ni con la defensa de Fernando Colunga

Una supuesta declaración atribuida a Chantal Andere sobre la actitud de Adela Noriega ha expuesto a la desaparecida actriz nuevamente al escrutinio público por los señalamientos de que se habría portado como una diva cuando trabajó con Fernando Colunga en 2003.

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Adela Noriega en una fotografía de 2005 en Miami, Florida (Foto: Alberto Tamargo/Getty Images).

Adela Noriega ha estado alejada de los foros desde el 2008. Su autoexilio escénico le ha permitido también resguardar su vida privada, con sus excepciones: a principios de mes se viralizó una fotografía que una admiradora le habría tomado en Perú, pero nadie ha podido confirmar que la mujer sea la actriz.

Ahora también se ha retomado en la prensa la supuesta mala relación laboral que tuvo con Fernando Colunga cuando protagonizaron Amor real bajo la dirección de Carla Estrada, una telenovela ambientada en el México del siglo XIX.

Esta fue la segunda ocasión que Noriega y Colunga compartieron foros con el mismo peso protagónico. En 1988 trabajaron en Dulce Desafío, ella como adolescente problemática y él como doble.

Quince años después, Adela se encontraba en la cúspide de su carrera gracias a la protección de una de las productoras estrellas de la empresa, Carla Estrada. Amor real además contaba con la participación de Chantal Andere, con quien también había trabajado en Dulce desafío, y Ernesto Laguardia, quien fuera su galán en Quinceañera en 1987.

La telenovela histórica, que retrataba los conflictos de las revueltas de la época postindependiente de México, fue un éxito de audiencia tanto en México como en Estados Unidos. Tanto, que tres meses después de su final, tuvo su primera retransmisión. Además, fue la primera telenovela mexicana que tuvo subtítulos en inglés cuando salió a la venta en DVD. Estos logros, sin embargo, fueron levemente opacados por rumores de que la actriz tenía comportamientos de diva que afectaron el desarrollo exitoso de la producción.

¿Pero qué hay de cierto en esas afirmaciones?

La relación laboral con Fernando Colunga

Uno de esos rumores fue el supuesto de que la actriz era impuntual (algunos incluso la llamaban "Adela No-llega"), algo que contrastaba con el régimen de Colunga.

En el 2003, Colunga y Laguardia y Andere fueron invitados al show de Cristina Saralegui como parte de la promoción de Amor real y respondieron a las inquisitivas preguntas sobre cómo era la relación laboral en el set. Casualmente, Adela Noriega no compartió el sillón con sus compañeros.

Saralegui preguntó directamente a Colunga sobre si era "pesadísimo" trabajar con Noriega y el actor reconoció que en su momento estaba al tanto de lo que algunos medios y personas habían hablado sobre su compañera de pantalla. "Dices, 'a lo mejor es una gente que es terrible, y no voy a poder trabajar con ella'", se sinceró. Pero con su primer acercamiento, al actor le quedó claro que no tenía nada que temer.

"Te puedo decir que desde la primera vez, en plan trabajo, la primera palabra que crucé con ella, te puedo decir que es una gente agradable, muy profesional. Aquí lo quiero decir públicamente, siempre estuvo puntual, siempre fue una gente que tuvo una sonrisa, de principio a fin, y mira que las jornadas fueron muy difíciles, yo no la vi quejarse, y sí la vi grabar usando un vestido pequeño a tres, cuatro grados bajo cero, es una gran actriz, es una gran compañera".

Los elogios hacia la calidad actoral de Adela salieron de los tres invitados.

Chantal, por su parte, atribuyó que quizá debido a los papeles de "mujer sufrida" que Adela había interpretado en su carrera (una mujer hermosa pero acomplejada por una cojera que padecía; una indígena huichol que encuentra el amor con un millonario; o ser vendida por su propio hermano), había una falsa concepción de que "todo es un dramón en su vida; (pero) es muy divertida, es una mujer muy divertida que siempre está buscándole el momento positivo a las cosas".

Ernesto fue quien habló sobre el esmero con el que Adela resguardaba su vida privada. "Ella pone una línea muy clara con su familia, con sus cosas, y realmente coincido en que… yo también la quiero muchísimo… cada quien tiene derecho a llevar su carrera como quiera, pero definitivamente ella es una mujer muy profesional, muy linda, muy divertida, nos carcajeábamos constantemente".

En mayo pasado, con el anuncio de la retransmisión de Amor real y Corazón salvaje en el canal TLNovelas, Carla Estrada tocó una vez más esos rumores sobre las "exigencias" de la actriz.

"Adela es una actriz que me encanta porque sí, de repente llegaba tarde y cosas así, pero es muy segura, es una persona que está leyendo su libreto, que en el momento en que dicen '5, 4, 3, 2...', no hay error, no hay equivocación y se la cree y lo trabaja, por eso la gente recibe ese sentimiento", dijo. Y que lo único que le pidió durante esa producción fue que comieran juntas. "Comíamos atún con aguacate en su cámper", dijo. Lo que entonces nos daría una idea de que no convivía con sus compañeros.

Meses después de esa primera entrevista con el elenco de la telenovela mexicana, Colunga volvió al foro de Saralegui y la conductora volvió a referirse a la relación laboral con su coprotagonista. "Sin quitarle ningún tipo de peso a mis demás compañeras, a nivel personal, es con la que mejor me he llevado, con la que mejor he trabajado en cuanto a identificación y en cuanto ha sido agradable el trabajo".

Pero sí dejó en claro que ambos mantuvieron todo en el lado profesional, principalmente porque para lograr 180 capítulos necesitaron de su mayor compromiso. "A lo mejor la relación no ha salido del foro en cuanto a bromas, en amistad, en cuanto a tener un mismo canal de trabajo, y Amor real era tan demandante que era muy fácil que todos estuviéramos con la sensibilidad a flor de piel y no estuviéramos de buen humor, porque eran jornadas muy difíciles (...) sí te puedo decir que siempre la vi con una sonrisa en la boca. Le aprendí mucho porque es buena actriz, porque además la química que se dio en la pantalla se dio muy bien".

Fernando Colunga caracterizado como su personaje de
Fernando Colunga caracterizado como su personaje de "Manuel Fuentes-Guerra Aranda", en 'Amor real' (Foto: Rodrigo Varela/WireImage).

Una anécdota de la vida real

Desafortunadamente, Adela no está para defenderse de las acusaciones de los medios y no creemos que alguna vez pierda el tiempo en querer hacerlo. Pero sí podemos, o mejor dicho, puedo, hablar sobre ella.

Conocí a Adela Noriega en los inicios de la década de los 2000 cuando trabajé en una cafetería en un centro comercial en el poniente de la Ciudad de México. De aquella ocasión, recuerdo que me tocó atenderla y en un principio no la reconocí, para mí era una clienta más que llegó a comprar un café americano. Claro que destacaba por su belleza y muy marcada delgadez, atributos que mis compañeros de barra insistían en repetir.

Y justo por sus comentarios me di cuenta de a quién estaba atendiendo. Una vez entregada su bebida, dio las gracias, sonrió levemente, pagó y quizás dejó alguna propina, no lo recuerdo bien porque algunos otros clientes la reconocieron y empezaron a acercarse para pedirle un autógrafo.

Nunca más la volví a ver en esa cafetería, pero a mí me sorprendió su sencillez y educación, siempre dio las gracias, todo lo pidió con un "por favor" y cedió unos minutos a sus admiradores.

Y es que para la actriz, el público siempre le merecía respeto. "Trato de estar siempre muy alegre, de poner mi mejor cara, y lo que comentaban de que nunca me vieron de malas, por supuesto que soy como todo el mundo, soy un ser humano y tengo mis momento de tristeza, de alegría, pero si a alguien respeto, es al público, entonces nunca me van a ver con una mala cara".

Y ese día jamás tuvo mala cara. Ni se comportó como diva. Fue una mujer que degustó un café.

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