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Arturo Vidal se marcha del Barcelona sin cumplir su propósito

Barcelona, 22 sep (EFE).- El internacional chileno Arturo Vidal se marcha del Barcelona dos temporadas después de llegar sin cumplir su propósito de levantar la Liga de Campeones, uno de los pocos trofeos que le faltan a su carrera.

En la presentación con el club azulgrana en verano del 2018, Vidal dijo a los periodistas que quería "ganar tres Champions". Pero el centrocampista se despide del Barça con una cosecha bastante más discreta: una Liga y una Supercopa de España, las dos conquistadas en el curso 2018-2019.

De hecho, esta última temporada rompió una racha de ocho Ligas consecutivas ganadas entre Juventus, Bayern de Múnich y Barcelona.

Vidal vino al club azulgrana para aportar el músculo en el centro del campo y la llegada desde segunda línea que los responsables deportivos del club consideraron necesarios para que no se repitiera una debacle como la de Roma en los cuartos de final de la Liga de Campeones 2017-2018. En ese partido, Paulinho, su antecesor en esas funciones, no jugó ni un minuto.

Pero el chileno salió de inicio en Anfield en las semifinales del curso siguiente y su presencia tampoco fue capaz de evitar la repetición de una eliminación vergonzosa para el Barcelona, esta vez ante el Liverpool de Jürgen Klopp. Y, sin ir más lejos, este mismo agosto, Vidal partió de inicio en el 2-8 ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la fase final de la competición europea disputada en Lisboa.

Los datos ofensivos del centrocampista, quien contó con la confianza de Ernesto Valverde y Quique Setién, y también con la de Leo Messi, cumplen con las expectativas que se generaron con su llegada: 11 goles y 10 asistencias en 96 partidos oficiales.

Pero, curiosamente, ninguno de los tantos de Vidal como jugador azulgrana fue en la Liga de Campeones, en la cual tampoco hizo ningún gol en su última temporada con el Bayern. Así, ya suma tres consecutivas sin ver puerta en la competición que ansía conquistar antes de su retirada.

Durante su estancia en el Barcelona hubo división entre la afición azulgrana sobre la conveniencia de que un jugador con las características de Arturo Vidal, poco defensor del juego de posición que definió al club azulgrana en sus tiempos más gloriosos, formase parte de la plantilla. Sobre todo, en un período en el que la filosofía de juego del equipo se estaba alejando cada vez más de los ideales de Johan Cruyff.

La grieta entre el chileno y la afición se puso de manifiesto claramente cuando este dijo que "el Barcelona tiene que cambiar su forma de pensar, el ADN está quedando atrás" en una entrevista con el youtuber Daniel Habif posterior al bochornoso 2-8 ante su exequipo. A pocos seguidores azulgranas les gustaron estas declaraciones.

"Los otros equipos están mejorando en otros aspectos. El fútbol en estos momentos es más físico, de más fuerza y velocidad, y la técnica a veces pasa a un segundo plano. Cuando no avanzan, cuando piensas que con tu ADN puedes llegar a ganar siempre, estás muy equivocado", añadió.

Entonces Ronald Koeman, el nuevo entrenador del Barcelona, ya lo había elegido como uno de los pesos pesados descartados, junto con Ivan Rakitic, Samuel Umititi y Luis Suárez, para construir un equipo diferente al que sucumbió definitivamente en la noche fatídica de Lisboa.

Entre los recuerdos felices siempre quedará que Vidal fue el autor del quinto gol en el 5-1 ante el Real Madrid en el Clásico de Liga del 28 de octubre de 2018 en el Camp Nou.

Cinco años después de llegar con la Juventus a la final de la Champions de Berlín en 2015, que perdió precisamente ante el Barcelona, Vidal regresa a la Serie A con el Inter de Milán, dirigido por Antonio Conte.

Sergi Escudero.

(c) Agencia EFE