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Acosta confirma que todavía tiene cuerda para rato en la clausura de Peralada

Peralada (España), 6 ago (EFE).- El cubano Carlos Acosta ha sido de nuevo el encargado de la clausura del Festival de Peralada (Gerona, noreste)y lo ha hecho con "On before" una pieza concebida en 2010 como homenaje a su difunta madre y que, ahora, le sirve también para reivindicar que todavía tiene cuerda como bailarín.

Acosta ha mostrado su lado más íntimo en una serie de solos y dúos ahora al lado de su compatriota Laura Rodríguez, una de las integrantes originales de su compañía en Cuba, Acosta Danza, y se le ha visto defender que, a sus 49 años, todavía atesora físico y técnica suficiente como para resistirse al paso al lado definitivo.

"On before" lo concibió en 2010, pero la versión que se ha visto en Peralada está renovada y ha constado de dos partes con nueve coreografías en total tras incorporar una de otro cubano, "Nosotros" de Raúl Reinoso.

El punto de partida ha sido la que da nombre al espectáculo, obra de Will Tuckett, y le ha sucedido "Memoria" de Miguel Altunaga, "Sirin de Yury Yanowsky y "Two" de Russell Maliphant.

En la segunda parte han llegado las creaciones de Carlos Acosta: "Hand duets" en colaboración de George Céspedes y "O magnum mysterium" con la de Zenaida Yanowsky.

También ha habido espacio para "Footnote to Aston" de Kim Brandstrup y "Falling deep inside" de Estudio 50.

El repertorio musical ha ido de un clásico como Händel a los acordes contemporáneos del cubano Omar Puente para culminar con Morten Lauridsen y participación en directo del coro O Vos Omnes.

Esta última pieza ha sido especialmente reveladora tanto de la propuesta original de homenaje a su difuntamadre de Carlos Acosta, que termina solo sobre el escenario, como de la revolución que el cubano quiere aplicar a la danza desde su nuevo puesto de responsable del Ballet Real de Birmingham.

Acosta explicaba a su llegada a Peralada para preparar este espectáculo que su objetivo, consciente de que su final como bailarín está cerca aunque se resista a ello, es acercar esta disciplina artística a una nueva audiencia.

Para ello, no había tenido reparo en hacer bailar a sus discípulos de Birmingham a los sones de una banda como Radiohead y una de esas búsquedas arriesgadas es también la de incorporar al coro en lo que sucede sobre el escenario como ha hecho este sábado o las proyecciones de vídeo con las que también ha contado.

Al "Yuli" de la película de Icíar Bolláin lo ha despedido el público una vez más con una ovación que le insta a seguir todo lo que pueda en activo como protagonista, pero también a seguir indagando nuevas vías para que la danza, incluida la clásica que aquí no era el caso, tenga futuro.

Carlos Acosta, que en 2017 tuvo que lidiar en este mismo lugar con las noticias que llegaban de los atentados de Barcelona y Cambrils y sacar adelante su espectáculo una vez que los responsables de los festivales acordaron que el arte no debía ceder a la amenaza, ha sido esta vez el encargado de cerrar una edición en Peralada que ha sido la de la vuelta a la normalidad.

Público y artistas se han reencontrado de nuevo en estos jardines de la Costa Brava, como se encargó de reivindicarlo la ópera de producción propia del festival de este año, "La reina de las hadas" de Henry Purcell.

La ocupación este año, según el balance oficial a la caída del telón, ha alcanzado el 85 por ciento con un total de 12.750 espectadores.

La danza, que protagonizó la inauguración a cargo del Ballet de Múnich, se ha mostrado una vez más como apuesta decidida del director de Peralada, Oriol Aguilà, que ha programado también este verano propuestas innovadoras como la interpretación de Maria Callas a cargo de la italiana Monica Bellucci o una parada en la gira despedida de un viejo amigo, en este caso Joan Manuel Serrat.

Tiempo ha habido además para reconocer la trayectoria de Josep Carreras, para conocer el último acercamiento a la ópera del canadiense Rufus Wainwright y, por último, para comprobar que Carlos Acosta aún tiene cuerda como bailarín e imaginación para dejar legado en la danza.

(c) Agencia EFE