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Abierto Británico: la impresionante vuelta de Emiliano Grillo que lo pone en la lucha por el título

El argentino Emiliano Grillo brillo en la segunda ronda en el día 2 del 149 ° Campeonato Británico de Golf Abierto en Royal St George's, Sandwich, en el sureste de Inglaterra.
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La bendición en el golf es “tener la semana”, latiguillo común entre los jugadores. Y Emiliano Grillo no venía atravesando buenas semanas, precisamente: después de su controvertida renuncia a los Juegos Olímpicos, por la que recibió más rechazos que adhesiones en su posteo de la deserción, no pasó los dos siguientes cortes clasificatorios en el PGA Tour. Las dudas habían impregnado su juego. Sin embargo, el rumbo cambia en este deporte en un puñado de días: su segunda vuelta con récord de 64 golpes (-6) y un total de 134 (-6) lo colocan en la lucha del Abierto Británico para el fin de semana. En el campo de Royal St. George’s quedó y a cinco golpes del sudafricano Louis Oosthuizen (129, -11), que ya ostenta una Claret Jug en su vitrina por su consagración en St. Andrews en 2010.

“Fue como si estuviera jugando con amigos”, contó sonriente el jugador formado en Chaco Golf Club. Definitivamente, su semblante se había relajado después de un mes de julio que venía siendo sombrío para él, luego de una explicación que convenció a muy pocos acerca de su negativa a Tokio 2020 (“Es una decisión absolutamente personal”) y la consecuente pérdida de la plaza olímpica para Argentina. Decidido a apuntarle entonces a la FedEx Cup, encontró un nuevo pico de su rendimiento en el Abierto Británico, bajo un clima muy amigable que se reflejó en los bajos scores.

Es paradójico el corto historial de Grillo en este certamen. En Royal Troon 2016, cuando debutó en este major, consiguió un valioso 12º puesto. Pero en sus siguientes tres participaciones, en Royal Birkdale, Carnoustie y Royal Portrush, no pudo superar el corte clasificatorio. Es decir: a más experiencia, menos eficacia. Si bien las sedes del Open van rotando, el chaqueño nunca más pudo hacer las paces con este torneo grande… hasta esta cita, en la que dio un gran salto de calidad en la segunda jornada y recordó su jerarquía de jugador.

Más allá de que estuvo a un golpe de empardar el récord de vuelta en Royal St. George’s (63 de Nick Faldo en la segunda ronda de 1993), el registro de 64 de Grillo toma una destacada dimensión regional, ya que es el score más bajo para un jugador latinoamericano en la historia de los majors. Igualó lo conseguido por Horacio Carbonetti en Muirfield 1980, cuando firmó esa cantidad de golpes en el segundo giro. Ese mojón estadístico puede ser un punto de partida importante para el chaqueño de 28 años, que deberá contrarrestar su karma de declinar en las definiciones de los torneos. Pero por sobre todo, en la costa sureste de Inglaterra tendrá que lidiar con nombres de mucho peso: el propio Oosthuizen –segundo en el PGA Championship y el US Open–; Collin Morikawa, que aceleró hasta llegar a -9 total en los grupos de la mañana, Jordan Spieth (-8) y el Nº1 del mundo, Dustin Johnson (-7).

Emiliano Grillo, seguido por una multitud en Royal St George's, Sandwich.
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Emiliano Grillo, seguido por una multitud en Royal St George's, Sandwich. (Getty/)

En el trayecto de ida, Grillo alternó birdies en el 2, 5 y 6 con bogeys en el 4 y el 7. Pero en el recorrido de vuelta, en donde arrancó con un acierto en el 10, se vio lo mejor de su repertorio: nada menos que otros cinco birdies en los últimos siete hoyos (12, 13, 14, 17 y 18). Para cerrar un día increíble, estuvo a punto de recolectar un águila en el par 4 del 18, después del segundo tiro al green: la pelota rozó el hoyo y quedó dada. En suma: 9 birdies y 30 golpes en sus últimos 9 hoyos, el mejor envión para encarar el fin de semana. “Casi me sentí como si estuviera jugando con gente amiga en casa. Además, el día estuvo hermoso, con cielos azules y no mucho viento. Es un campo de golf duro; tenés que jugar bien, pero durante la mañana se estuvieron viendo buenas tarjetas”, señaló el jugador formado en la AAG, cuya tercera vuelta será desde las 11.25 de nuestro país junto con el sudafricano Daniel Van Tonder.

El desafío es para todos el mismo: evitar ese último corte del rough que trepa hasta las rodillas, rezar para que las innumerables ondulaciones de los fairways hagan un guiño ante eventuales malos piques y esperar a que el viento no empiece a soplar en serio, como suele ocurrir en estos campeonatos. Hasta ahora, Oosthuizen fue quien se dio más maña para salir airoso, incluso en situaciones comprometidas, como cuando falló el green en el hoyo final y pudo salvar el par sacándola del pozo de pasto de la derecha. Sus vueltas de 64-65 hablan de un golfista enfocado, apoyado en su parsimonioso andar y, fundamentalmente, para nada frustrado por el error que cometió en el cierre del US Open, donde le dejó el triunfo en bandeja a Jon Rahm.

El leaderboard en vivo: https://www.theopen.com/leaderboard

La contracara de la tranquilidad es Bryson DeChambeau, que superó el corte con lo justo y totaliza +1. Cuando sale de una polémica –su pelea con Brooks Koepka- se mete en otra. Su último conflicto se desató a raíz de las críticas a su driver, que según él “apestó” en la primera vuelta. La marca de palos Cobra, a través del gerente de operaciones Ben Schomin, no tardó en ponerlo en caja: “Es como un niño de ocho años que se molesta contigo. Realmente sabe lo mucho que trabajamos en la fabricación del palo para él”. No tardaron en llegar las disculpas públicas del Bombardero, que quiere recuperar terreno este sábado para contar con alguna chance de pelear por el título.

La despedida de Abel Gallegos

Además de la muy buena actuación de Grillo, el amateur Abel Gallegos quedó eliminado tras una segunda vuelta de 76 (+6) y un total de 149 (+9) El campeón del Latin America Amateur Championship de 2020, de 19 años, disfrutó de la experiencia tras su primera aparición en majors en el Masters de Augusta del año pasado, disputado en noviembre. “Fue una semana superpositiva, si bien desgraciadamente no fue el resultado más esperado. Tengo muchas cosas para mejorar y aprender y hay que seguir por este camino”.

Para el aficionado de Las Mulitas Golf Club se vienen definiciones importantes en su carrera. “Quiero ver si entro al US Amateur, y si no ya tomaré un rumbo hacia el profesionalismo. Creo que mi mejor golf puede jugar a este nivel, así que hay que practicar para que llegue más seguido”. Además, el chico oriundo de Veinticinco de Mayo apuntó a uno de los aspectos del juego que le faltan y que observó atentamente entre los grandes jugadores: “Todos están dispuestos a pelear y hacer el mejor score posible aun no pegando bien. De repente, no rinden en un alto nivel pero hacen +1 o +2 y no ‘se salen’ del torneo. Eso es lo que me falta mejorar: una cuestión ciento por ciento mental de jugar con lo que tenés y hacer el menor score posible”.

Rory McIlroy, en acción, en la segunda ronda del British Open Golf Championship en el campo de golf Royal St George's Sandwich, Inglaterra.
Ian Walton


Rory McIlroy, en acción, en la segunda ronda del British Open Golf Championship en el campo de golf Royal St George's Sandwich, Inglaterra. (Ian Walton/)

De esta forma, Gallegos terminó de cumplir con las dos recompensas que le dio el triunfo del LAAC en enero de 2020 y asume desde ahora decisiones importantes: ni más ni menos, el salto al campo rentado y las eventuales frustraciones que pueden venir de la mano de un prematuro paso a jugar por dinero.