Aída Nízar: del veto a la hija pródiga de Mediaset

¿Alguna vez han escuchado aquello de ‘todo el mundo tiene un precio’? Bien, pues el de Telecinco tiene que ver con el número 16, porque ese es el porcentaje más bajo de la historia del formato respecto a su cuota de audiencia.

Para la cadena no está resultando nada fácil la última edición de GHVIP, un concurso en el que los famosos menos famosos de España se unen para lograr sobrevivir a una productora que les hace la vida imposible. Porque muy retorcidas intenciones hacen falta para meter a Aída Nízar en una convivencia y salir airoso del asunto.

La vallisoletana había sido vetada de la cadena cuatro años atrás, tras protagonizar en un espacio de entrevistas polémicas propio, un episodio de intolerancia y falta de respeto en la Embajada de México. Aparentemente, no parecía que esto hubiera sido un motivo suficiente para su expulsión y veto… y, de hecho, ¡no lo fue! La realidad trasciende las apariencias, y es que Zeppelín TV y Telecinco estaban en deuda con la ex concursante de ‘Supervivientes’.

Todo se remonta a la entrada tardía de Aída en el citado programa de supervivencia, en el cual concursaba, entre otros, Rosa de Benito. A la par, las circunstancias que se estaban viviendo en la familia de Rosa desde España estaban siendo algo complicadas. La salud de Ortega Cano pasaba por un momento delicado tras haber tenido un accidente de tráfico. El programa decidió esperar a que los acontecimientos se relajaran para darle la noticia a Rosa, pero Aída pensó que su entrada a la isla funcionaría como gancho para la audiencia, que estaba deseosa de ver la reacción de Benito ante la noticia.

De esta manera, durante una conversación en la playa, Nízar tomó las riendas del asunto y le preguntó a Rosa, con rintintín, que dónde le gustaría que enterraran a Ortega Cano cuando muriera (con guiño a la cámara incluído). La situación en plató, donde la madre de Aída se quedó sola defendiéndola, hizo arder al público en abucheos, incluyendo a Jorge Javier Vázquez, presentador del espacio, que no pudo reprimir llamarla “hija de puta”. Esto desató la cólera de su madre, que aseguró que se pondría en contacto con sus abogados. Y lo que pareció un malentendido, acabó siendo algo gordo. Telecinco le debía una por el mal gesto a la madre de Aída y a la propia aludida que, por antiética que hubiera sido su actitud, no había llegado a cometer una irregularidad del juego como tal.

De esta forma, madre e hija acabaron vendidas a la fama, arrastradas por dos suculentas ofertas en la cadena, a cambio de dejar de lado el “problemilla” de aquella noche. Así, a “Madre” se le asignó un hueco como colaboradora en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’, y a la hija, el sueño que siempre había deseado: un programa propio de reportera.

Aquello arrancó con un descarado y desproporcionado espacio llamado ‘Sálvese quien pueda’, que se incluyó dentro del horario de ‘Sálvame Diario’. En el programa, Aída se dedicaba a ir por España calentando el ambiente de cualquier lugar. Por sus vejaciones y sus faltas de respeto, llegó a llevarse palizas y tirones de pelo de sus entrevistados, escupitajos, empujones… una verdadera vergüenza. La cadena no daba abasto con las denuncias y críticas que llegaban por culpa de su nuevo fichaje. Algo había que hacer para acabar con ella, y el momento más oportuno vino ligado a la desafortunada experiencia que vivió en la Embajada de México, cuando al preguntar e insistir por un tema que no venía al caso (en concreto, sobre Eurovisión), la organización terminó por echarla. Mediaset se frotó entonces las manos. La oportunidad había llegado: Aída fue despedida de Telecinco, su programa cancelado, y su presencia en Mediaset, vetada permanentemente.

O eso creíamos todos

La mala racha de la cadena no se ha vivido solo con su edición número 17 de GH, sino también con las audiencias de ‘Sálvame Deluxe’, aniquilado por ‘Tu cara me suena’ cada noche de viernes; sus series de ficción, y su quinta edición de GHVIP, con mínimos de audiencia históricos en su formato. ¿Qué hacer ante tal disparate en el que, encima, los concursantes más mediáticos de GHVIP estaban siendo expulsados las primeras semanas? ¡Carta B! Desesperación y llamada a “la que no debe ser nombrada”… el veto eterno llegó a su fin tras cuatro años, por el bien de la cadena. Triple dosis de morbo, cura para la falta de autoestima y una dosis de insolencia: Aída Nízar volvía a la televisión.

Como era de esperar, los espectadores se relamieron de morbo, pero los concursantes pudieron hacer piña contra ella, expulsándola fulminantemente en cuanto tuvieron ocasión. Pero Telecinco sabe que esta vez no debe cometer el mismo error, que Aída encanta y machaca de igual forma, y que sus intromisiones son puro espectáculo. Así, la colaboradora se ha hecho fija en ‘El Debate’ y, además, se ha propuesto cargar contra la imagen de Belén Esteban, para aparecer también en ‘Sálvame’.

Pero aquí no acaba la cosa… este jueves 23 de febrero GHVIP prepara una repesca en la que todas sus confianzas están puestas en Aída, que gritaba “Dios existe” a los cuatro costados cuando se enteraba de la noticia.

De todo a nada. Del veto a la salvación… Aída es ya la hija pródiga de Telecinco, y puede que el huracán Nízar haya querido ser abatido, pero quien ríe último ríe mejor, y para la reina del morbo no hay un Dios que se le resista. Y menos cuando ese ente y ella, como asegura, son uno.

Imágenes: ©Mediaset España