En 2021, la Tierra tiene misiones programadas a Marte, la Luna y más allá

Una ilustración del róver Perseverance de la NASA saliendo de la etapa de crucero de su nave espacial antes de entrar a la atmósfera marciana. (NASA/JPL-Caltech vía The New York Times)
Una ilustración del róver Perseverance de la NASA saliendo de la etapa de crucero de su nave espacial antes de entrar a la atmósfera marciana. (NASA/JPL-Caltech vía The New York Times)

Aproximadamente un mes después de que haya comenzado el nuevo año en la Tierra, tres naves espaciales se acercarán a las inmediaciones de Marte. Estos exploradores, lanzados en julio del año pasado, serán los heraldos de un año ajetreado de exploración espacial, lanzamientos y sucesos astronómicos.

A continuación, un adelanto de algunos de los eventos esperados más notables de 2021. Es probable que las compañías privadas y las agencias espaciales del mundo anuncien más.

Encuentro marciano

Los Emiratos Árabes Unidos, China y Estados Unidos lanzaron misiones robóticas a Marte el verano pasado, buscado aprovechar los viajes más cortos que pueden realizarse durante el periodo cada dos años en el que la Tierra está más cerca del planeta rojo. Las tres naves espaciales se unirán a una vibrante comunidad de exploradores en órbita o en la superficie del planeta.

La primera en llegar será la sonda emiratí Hope, el primer explorador del espacio profundo del pequeño pero ambicioso programa espacial del país árabe. La misión estudiará la atmósfera marciana y enviará datos valiosos a los científicos en la Tierra. Llegará a su destino el 9 de febrero.

La misión Tianwen-1 de China llegará a Marte el 10 de febrero. Tras orbitar el planeta durante un tiempo, enviará a la superficie un módulo de aterrizaje que contiene un róver, en mayo. Aterrizar intacto en el cuarto planeta del sistema solar es peligroso, y solo la NASA lo ha hecho más de una vez. Un aterrizaje exitoso allí ampliaría el récord de impresionantes logros en vuelos espaciales de China, en especial después de que la misión Chang’e 5 del año pasado a la superficie lunar regresara a la Tierra con un nuevo cargamento de rocas lunares.

Poco después, el 18 de febrero, llegará el róver Perseverance de la NASA y descenderá hacia la superficie de Marte. Si aterriza con éxito, el róver buscará signos de vida extinta en el lago y la ribera de un cráter seco. Pero primero desplegará Ingenuity, un pequeño helicóptero. Ese dispositivo tiene su propia misión de realizar el primer vuelo propulsado desde la superficie de otro planeta.

Dedicación a la superficie lunar

Uno de los espejos que conforman el Telescopio Espacial James Webb en la instalación criogénica y de rayos X del Centro Marshall de Vuelos Espaciales en Huntsville, Alabama. (MSPC/NASA vía The New York Times)
Uno de los espejos que conforman el Telescopio Espacial James Webb en la instalación criogénica y de rayos X del Centro Marshall de Vuelos Espaciales en Huntsville, Alabama. (MSPC/NASA vía The New York Times)

Si bien China ha aterrizado naves espaciales en la Luna tres veces en los últimos siete años, la NASA no ha aterrizado allí desde 1972, con la última misión Apolo. Eso podría cambiar en 2021, y profundizaría la transformación comercial de la iniciativa espacial estadounidense.

En la última década, la NASA se ha valido de empresas privadas para construir y operar naves especiales que puedan transportar carga, y ahora personas, a la Estación Espacial Internacional. Está intentando una estrategia similar con los Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS, por su sigla en inglés). El programa ha contratado a varias compañías privadas para construir módulos de aterrizaje lunares robóticos que transporten carga de la NASA y otros clientes a la superficie de la Luna.

La primera empresa, Astrobotic, de Pittsburgh, tiene previsto lanzar a la Luna su módulo de alunizaje Peregrine en junio. Podría ser seguido en octubre por Nova-C, una nave espacial construida por Intuitive Machines, de Houston.

La NASA también tiene el objetivo de volver a llevar astronautas a la Luna esta década. Su primer paso será un vuelo de prueba no tripulado del enorme Sistema de Lanzamiento Espacial construido para futuros lanzamientos estadounidenses en el espacio profundo. El cohete ha enfrentado numerosos retrasos y aumento de costos, pero la NASA sigue planeando un viaje en 2021 conocido como Artemis 1. Enviará a Orion, una cápsula para astronautas, alrededor de la Luna y de regreso a la Tierra. Esa prueba está programada tentativamente para noviembre.

Adentrándose en el espacio profundo

La misión de mayor relevancia científica de 2021 ha tardado mucho en concretarse. El lanzamiento del Telescopio Espacial James Webb, sucesor del telescopio Hubble, se ha pospuesto durante años ya que ha estado plagado de problemas técnicos y costos crecientes. La NASA y los astrónomos y científicos planetarios del mundo están ansiosos por verlo despegar a finales de octubre. La agencia se decidió por ese plazo después de que la pandemia del coronavirus y otros problemas añadieran otro retraso al cronograma existente.

Otros dos exploradores de la NASA también se dirigirán al sistema solar.

La sonda espacial llamada Prueba de Doble Redirección de Asteroide (DART, por su sigla en inglés), que se lanzará en julio, tiene como objetivo probar si una nave espacial podría desviar un futuro asteroide que se dirija hacia la superficie de la Tierra. Para hacer eso, visitará Didymos, un par de asteroides cercanos a la Tierra que viajan juntos alrededor del Sol, e intentará provocar una colisión para darle un empujón a la órbita de la roca más pequeña.

Una segunda misión, Lucy, se lanzará en octubre y viajará mucho más lejos, haciendo sobrevuelos por la trayectoria orbital de Júpiter. Allí estudiará a los troyanos: asteroides que viajan en la misma órbita que Júpiter pero a cientos de millones de kilómetros por delante o por detrás, atrapados allí por la gravedad del planeta gigante. Los científicos creen que estas rocas espaciales podrían ocultar secretos sobre cómo se formaron los planetas exteriores del sistema solar.

Odiseas en órbita

El vuelo espacial humano se transformó en 2020 cuando SpaceX lanzó con éxito un par de tripulaciones a la estación espacial. Es probable que la compañía ponga a más astronautas en órbita en 2021, y quizás no todos ellos trabajen para la NASA u otras agencias espaciales gubernamentales. Varias empresas están trabajando con SpaceX para enviar clientes que pagan en el vehículo espacial Crew Dragon. Una de ellas, Axiom Space, podría enviar a sus primeros turistas privados a la estación espacial a finales de este año.

Cuando la NASA eligió a SpaceX para construir el transporte para sus astronautas, también contrató a Boeing para la misma tarea. Durante una prueba no tripulada en órbita en diciembre de 2019, una serie de errores casi causaron la pérdida catastrófica de la nave espacial Starliner de Boeing. Para compensar ese vuelo fallido, Boeing realizará un segundo vuelo de prueba en marzo.

Se esperan otros viajes espaciales humanos este año. Virgin Galactic y Blue Origin podrían enviar a clientes que pagan por hacer viajes cortos de ida y vuelta al borde del espacio en 2021. China también podría comenzar a lanzar piezas de su estación espacial de próxima generación durante el año, con lo que establecería el rumbo para que haya una presencia humana constante en la órbita terrestre baja en los próximos años.

Hora del espectáculo del sistema solar

Si el año 2020 le enseñó algo a la gente fue a esperar lo inesperado. Mientras el COVID-19 ensombrecía al planeta mientras viajaba alrededor del Sol, la humanidad fue sorprendida con el avistamiento del cometa NEOWISE durante los meses de verano y quedó cautivada con la conjunción de Júpiter y Saturno durante el solsticio de invierno. Es un universo enorme, y hay mucho que ver desde nuestra pequeña parte de él.

Un eclipse lunar el 26 de mayo coincidirá con un periodo en el que la Luna está más cerca de la Tierra de lo habitual, lo que algunos llaman una “superluna de sangre”. Las personas en Australia y en las islas del Pacífico, así como en el oeste de Estados Unidos, tendrán las mejores vistas del fenómeno. Parte del evento será visible en otras partes de América, así como en el este y el sur de Asia.

La mayoría de las personas en América del Norte tendrá que esperar hasta 2024 para experimentar el próximo eclipse solar total como el de agosto de 2017. Pero el 10 de junio, algunos norteamericanos tendrán una muestra de lo que vendrá en tres años, cuando un eclipse solar anular oscurezca algunos cielos.

También conocido como eclipse de “anillo de fuego”, este fenómeno ocurre cuando la Luna está demasiado alejada de la Tierra como para obstruir por completo al Sol, dejando un halo de luz solar alrededor de sus bordes. Este eclipse inusual cruzará el Polo Norte y solo las personas en pequeñas partes de Canadá y Rusia verán el efecto completo. Sin embargo, aquellos que estén dispuestos a despertarse lo suficientemente temprano esa mañana en regiones de la costa este de Estados Unidos y utilicen sus lentes de seguridad, podrán ver un eclipse parcial cerca del amanecer.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2021 The New York Times Company