Este 2021 no hemos sabido casi nada de Greta Thunberg pero está consiguiendo, sin hacer ruido, lo que se propuso
Hace exactamente dos años, en diciembre del 2019, la revista Time eligió a la sueca Greta Thunberg, como Persona del Año, un reconocimiento a la labor que había realizado como activista climática y que inspiró un movimiento global para luchar contra el calentamiento global.
Unos pocos meses después llegó la pandemia de coronavirus a Occidente y desde entonces y hasta ahora el asunto climático ha pasado a un segundo plano, con la covid-19 situada en el centro de los esfuerzos de Gobiernos y autoridades.
De hecho en este 2021 la joven, que en enero de 2022 va a cumplir 19 años, ha tenido mucho menos foco mediático, a medida que el cambio climático dejaba de ser la principal fuente de preocupación, pero sí que está consiguiendo sus objetivos. Y estos no son otros que el desarrollo de una sociedad global concienciada ambientalmente que se manifiesta para exigir cambios a sus Gobiernos.
Una juventud, en definitiva que no está conforme con lo que está ocurriendo en el planeta y que en las calles es capaz de mostrar su poder. Los resultados se han visto en numerosos lugares del mundo e incluyen también a España.
Sin duda, el evento climático más importante del año ha sido la COP26, celebrada en la ciudad escocesa de Glasgow. Una conferencia que tuvo lugar durante dos semanas y en la que los países lograron acuerdos de mínimos y poco ambiciosos, constatando el fracaso global en la toma de decisiones.
Sin embargo, las grandes noticias no se vivieron en las reuniones de la cumbre, sino en su exterior. La propia Greta Thunberg manifestó que era una "celebración de dos semanas como siempre y bla, bla, bla" para "mantener todo como de costumbre" y "crear vacíos legales para beneficiarse a sí mismos. Sabemos que nuestros emperadores están desnudos", agregó.
"Decimos no más bla, bla, bla. No más explotación de las personas, de la naturaleza y del planeta": el mensaje de la activista ambiental Greta Thunberg frente a manifestantes fuera del recinto donde se celebra la #COP26, en Glasgow, Escocia. pic.twitter.com/TuJx2hHmbv
— CNN en Español (@CNNEE) November 3, 2021
La sueca no quiso participar en la COP26, pero sí que formó parte y lideró las numerosas protestas que se produjeron en la ciudad de Glasgow esos días, llegando a juntarse hasta 100.0000 personas, la mayoría de ellos jóvenes, que demandan más acción en la crisis climática.
La convocatoria fue un éxito y concentró a personas llegadas de todos los países. Mientras que dentro de la conferencia unos pocos políticos eran incapaces de alcanzar acuerdos relevantes, fuera decenas de miles de personas mostraban una unión por esta causa global que no se había visto antes.
Pese a que la pandemia del coronavirus en 2020 supuso un freno a este tipo de protestas, el 2021 ha mostrado la constatación de la buena salud de la que goza el movimiento contra el cambio climático. Organizaciones como Viernes para el Futuro o Jóvenes por el Clima han capitalizado este sentimiento y sirven de palanca de presión contra los Gobiernos.
El cambio en España
Lógicamente, España no es ajena a estas dinámicas y un informe de la Fundación Endesa así lo atestigua. En apenas cuatro años, los que van desde 2016 a 2020, se ha duplicado el número de jóvenes que pertenecen a alguna asociación ecologista (del 7% al 14%).
Además, un 53% cree que son insuficientes los contenidos medioambientales que reciben en la escuela.
Este empuje de las nuevas generaciones que quieren construir un mundo más limpio se ha visto reflejado también en Alemania, donde Los Verdes han ido creciendo en los últimos años hasta llegar a alcanzar el Gobierno. En solo cuatro años, han pasado del 8,9% de los votos al 14,8%, convirtiéndose en claves para poder garantizar el ascenso al poder de los socialdemócratas.
La prioridad del acuerdo de Gobierno, firmado también con los liberales, es la lucha contra el cambio climático.
Son únicamente algunos ejemplos, aunque no solo, de una sociedad global más concienciada ambientalmente en la que Greta Thunberg se ha convertido en un referente. Y lo importante es que aunque la activista sueca ya no esté en todo momento en los medios, hay toda una generación de jóvenes dispuestos a seguir sus pasos y enfrentarse a sus Gobiernos para exigir un cambio.
Greta ya no sale tanto en la tele, pero ha ayudado a conseguir que este movimiento social siga cogiendo fuerza y que cada vez tenga más poder para hacer que las cosas sean diferentes.
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