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12 consejos para disfrutar tu sexualidad a distancia

Todavía nos queda un rato de pandemia. Quizás estemos iniciando el año un tanto lejos de nuestras parejas, crushes, fuckbuddies (“cochamistades”, para quien no hable inglés). O quizás llevamos un rato a distancia. O quizás ya era parte de nuestro estilo de vida debido a nuestro trabajo, situación geográfica, etc.

El punto es que ya no hay forma de negar la obviedad: internet se ha convertido en el puente que une las relaciones que existen a distancia. Y si nuestras relaciones pasaron a mediarse por lo digital, nuestra sexualidad, en parte, también.

Y en lo que volvemos a vivir el sindistancia, para muchas personas esto puede resultar muy angustiante.

Eso que llamamos “vida sexual” suele nutrirse del intercambio físico de caricias, fluidos, caricias y gemidos.

Sin embargo, no poder acceder al contacto presencial no significa que esa vida sexual compartida se deba frenar, por lo contrario, todo lo que significa es que hay un nuevo reto: mantener la llama prendida a través de otros recursos, otras formas de estimular la mente erótica.

A estas alturas de la vida es posible que muchxs de quienes me leen ya tengan bien manejado esto. Pero en caso de que no (y en una de esas, hasta para quien sí), aquí dejo una lista de algunas prácticas que pueden llevarse a distancia para calentarse los cuerpos en lo que los cuerpos pueden volver a calentarse juntos:

Nudes

Bueno, esto es lo obvio.

Te interesa: Bots en Telegram están creando miles de nudes falsas usando inteligencia artificial

Pero métele sabor

La nude no es una foto, la nude es una experiencia.

Y la imagen, como tal, sólo es una parte de esa experiencia. Importa el contexto de la imagen: ¿Y si le envías fotos por la noche para que las vea al despertar? ¿Si lo haces en medio del horario laboral? ¿Si haces una carpeta digital en la que vas subiendo contenido sin avisarle para que la otra persona no sepa cuándo habrá o no y se sorprenda? ¿Si agendan un horario para sextear para generar expectativa todo el día? ¿Si te las tomas con distintos escenarios detrás?

Citando a Aristóteles: “Cualquiera puede tomarse nudes…eso es fácil. Pero tomarse la nude adecuada para la persona correcta, con la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta… eso no es fácil.”

Nudedom

En el lenguaje BDSMero, el sufijo –dom se agrega para referirse a una práctica de dominación.

¿Por qué no integrar los juegos de poder al sexting? Por ejemplo: ¿Si le mandas una foto como teasing y le envías imágenes cada vez más explícitas conforme haga cosas que tú le ordenes? ¿O qué tal tú darle órdenes sobre cómo quieres que sean las fotos/videos? ¿O qué tal hacer una videollamada en la que tú te desnudas/masturbas pero le prohíbes a la persona tocarse, sólo puede verte?

Dicho lo cual: ¡videollamadas!

Esta es otra obviedad. Pero igual hay formas en que se puede agregar algo a la experiencia.

Por ejemplo, esta guía para practicar distintas posiciones durante el sexo virtual. ¿O qué tal algo de voyeurismo y dejar la cámara prendida cuando te bañas, cuando te cambias, cuando te masturbas, como si fuera una cámara escondida, casual?

De nuevo, acá también puede entrar la interrupción de una junta, un café, un momento con la familia, un striptease en vivo que te forza a tomar una decisión: o te escondes para mirarlo (o lo ves en segundo plano) o lo pierdes para siempre. El deseo se alimenta de posibilidades.

Hablen de lo que se harán cuando se vean

Otra obviedad que hay que señalar. Pero funciona: el tiempo a distancia también puede ser tiempo de planeación; la planeación es expectativa, la expectativa es deseo, el deseo llena el vacío, el vacío es emptiness, emptiness is loneliness, and loneliness is cleanliness, and cleanliness is godliness, and god is empty, JUST LIKE ME.

No, esperen, creo que me desvié. Pero bueno, hablen de eso.

O hablen de sexo, en general

Hace mucho tiempo, recuerdo que estaba en casa de una amiga, platicando. Como cualquier cosa, comenzamos a jugar “yo nunca nunca”, no recuerdo por qué.

De las cosas usuales e inocentes (nadie juega “yo nunca nunca” para confesar que alguna vez se puso una gran borrachera, pero vaya, por algo se tiene que iniciar) pasamos a las confesiones sexuales, los relatos prohibidos, las confesiones de la carne.

Nada más de hablar de eso, nos calentamos tanto que acabamos teniendo un faje breve pero intenso (y que llegó a repetirse varias ocasiones después).

A lo que voy es: no todo tiene que ser dirty talk explícito.

A veces puede ser muy excitante simplemente hablar de sexo, de recuerdos de caricias pasadas, de escenas que te calentaron en una novela o película, de cosas que te gustan, de experiencias de otras personas, etc.

Algunos juegos, como “yo nunca nunca”, pueden servir para esto. Existen apps que tienen esa intención e incluso yo escribí algunas preguntitas para animar a tener esa conversación.

Pero si no quieren guías, ya saben: imaginación. Suéltense y verán que no hay muchos límites de a dónde pueden llegar.

Netflix party… pero de masturbación

Si nos juntamos a ver películas, ¿por qué no juntarnos a ver cine erótico? Podrían grabar un video sexual personal, dejarlo reposar algunos meses y acordar verlo al mismo tiempo (“uno siempre vuelve a las viejas nudes donde amó la vida”, diría Chavela Vargas).

O podrían descargar o streamear alguna película interesante. O podría grabar cada quien un video y juntarse a verlo al mismo tiempo: disfrutar del video al mismo tiempo que de la reacción de la otra persona.

¡Jueguen!

Lo erótico suele tener cierto velo de formalidad, pero también existe en lo lúdico. Es como darle una nalgada sorpresa y juguetona a tu pareja: puede que no sea algo necesariamente excitante, puede que no termine en una práctica que lleve al orgasmo, pero es un recordatorio de que el deseo está presente.

Eso también se puede llevar a la virtualidad.

A ver: este fue el año en que Among Us se coronó como uno de los juegos más jugados de la historia.

Opciones existen, y combinar la experiencia de jugar en línea con algún reto de tipo sexual puede ser algo que, sí, quizás no acabe en una sesión de sexting intenso, pero que puede ser ese recordatorio casual de que hay un cuerpo que siente y que se excita y que ansía el reencuentro.

Checa nomás: ¡Buuuu! Es falso que habrá peli de Among Us; ¿entonces?

Usar juguetes sexuales a distancia

Por si no sabías: existen. Son juguetes que pueden ser activados a distancia y que se prestan, sobre todo, para divertidas dinámicas de poder. ¿Que cuáles marcas recomiendo? No sé, hasta ahora no los he probado u_U. Haz la investigación.

Aquí te ayudamos: Juguetes sexuales para principiantes, intermedios y avanzados

Eso sí: como todo hoy, los dildos también recopilan tus datos. Así que verifica las opciones de privacidad y políticas de la compañía a la que le compres.

Orgía swinger virtual

Si les gusta el sexo grupal, ¿por qué no participar en una orgía virtual?

Varios foros y comunidades swinger han organizado eventos de este tipo durante la pandemia para suplir la falta de contacto necesaria en estos tiempos. O incluso podrían organizarla con amistades ??? ¡El cielo es el límite!

Disfrútense a distancia… con alguien más

Quizás tú ý tu pareja no puedan estar juntas este momento, pero eso no significa que no puedan estar con quien sí… ¿o no?

Si está dentro de sus acuerdos, si es algo deseado y si existe alguna opción segura (quizás no durante la pandemia, pero en el futuro sí), siempre pueden aplicar las prácticas usuales de las parejas cuckold/hotwife, stag/vixen: grabarse, tomarse fotos, sextear en texto o hacer videollamada mientras están con alguien más.

¡Reduzcan los riesgos!

Todo con consentimiento, siempre. Esa es la regla de cajón. Pero también: al hablar de internet, hay que considerar otras cuestiones que podrían poner en riesgo tu privacidad. Existen muchos recursos que puedes consultar para hacer esto, pero lo pronto, yo recomiendo checar este video y las redes de R3Dmx, SocialTic y Ciberseguras.

Y este que hizo Animal MX: