Más de 1,600 bomberos combaten los incendios forestales que azotan al suroeste de EE.UU.
Varias ciudades de Arizona y Nuevo México se han visto afectadas por las llamas, que han arrasado con más de 100 millas cuadradas de territorio y destruido decenas de hogares. Las altas temperaturas, la sequía y los vientos han favorecido su expansión.