EEUU: Senado abre debate sobre reforma migratoria y Obama pide rapidez

Obama solicitó este martes al Congreso aprobar la ley de reforma migratoria antes del fin del verano boreal (septiembre), coincidiendo con el inicio del debate del proyecto en el Senado. (AFP | Jim Watson)

El Senado estadounidense aprobó este martes con una amplia mayoría iniciar su debate final sobre una histórica reforma migratoria integral, mientras que el presidente Barack Obama volvía a insistir en que el proyecto sea aprobado antes del final del verano boreal. Con 84 votos a favor y 15 en contra, la cámara alta aprobó iniciar el debate final en el pleno, que se extenderá en las próximas semanas con discusiones sobre todas las enmiendas al proyecto, que está cubierto por un paraguas de apoyos demócratas y republicanos. Esa votación, que no se lograba desde 2007, pone a la reforma migratoria más cerca de su aprobación, pero Obama, que hizo de la reforma uno de los puntales de su agenda política en el segundo mandato, ponía mayor presión en el Congreso para que el proyecto llegue a su mesa para ratificarlo pronto. "No hay razón para que el Congreso no pueda lograr que se haga esto para el final del verano" boreal, dijo el mandatario en un discurso en la Casa Blanca, rodeado de simpatizantes de la ley e inmigrantes. La ley cuenta sobre todo para la comunidad hispana en Estados Unidos, la minoría más importante en el país, sustancial para la victoria de Obama en las elecciones del pasado noviembre. El primer paso será la votación final en el Senado, que debe producirse antes del feriado del 4 de julio, estimó el líder de la mayoría demócrata de esa cámara, Harry Reid. La reforma deberá obtener 60 de los 100 votos de los senadores antes de pasar a la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos. El documento de más de mil páginas supone una total reformulación del sistema de inmigración, que no ha sido modificado desde 1986. El texto refunda el sistema actual de llegada al país mediante cuotas flexibles de trabajadores para los diversos sectores de la economía, crea un sistema de detección de salida con medidas biométricas y obliga a los empresarios a utilizar un sistema de verificación electrónica de la identidad de sus trabajadores extranjeros. A cambio, le da un estatuto provisional a los indocumentados que se registren, que paguen una multa e impuestos y aprendan inglés, hasta que pasen 13 años para pedir la residencia definitiva y luego si lo desean la ciudadanía. El texto también endurece las medidas de seguridad en la frontera y amplia sustancialmente la entrada de extranjeros de alta cualificación, medidas introducidas por los republicanos entre cientos de enmiendas que se aprobaron en el Comité de Asuntos Judiciales del Senado. "Esta ley no es perfecta. Es un compromiso", declaró Obama, quien recalcó que a cambio de proponer una vía de legalización para los ilegales, el gobierno se compromete a gastar 6.500 millones de dólares adicionales para garantizar la seguridad en la frontera sur. Es la "mejor oportunidad que tenemos en años para arreglar el sistema migratorio", añadió el mandatario en la Casa Blanca, donde narró su caso Tolu Olubunmi, una joven ingeniera nigeriana que estudió desde pequeña en Estados Unidos pero no tiene papeles y no puede trabajar. "Este no es un debate abstracto, es sobre jóvenes increíbles que se consideran a sí mismos estadounidenses, han hecho todo bien y aún se ven impedidos de lograr su sueño americano", señaló Obama. En la Cámara de Representantes se espera que el proyecto reciba los embates del ala más conservadora del Partido Republicano, quienes consideran que ofrece una "amnistía" para los inmigrantes que ingresaron al país en forma ilegal, y anteponen toda discusión a lograr una completa seguridad en la frontera. El gobierno estadounidense "ha hecho lo que puede" para reforzar la seguridad, explicó Obama, quien señaló el aumento del número de funcionarios fronterizos, la deportación de criminales indocumentados y la reducción en los cruces ilegales. Ahora el "Congreso debe actuar y el momento es ahora", insistió. "Esta ley será aprobada en el Senado, pero tal y como está escrita no pasará la Cámara de Representantes", predijo el senador conservador Ted Cruz (Texas), que anunció que presentará una enmienda para eliminar el acceso a la ciudadanía. Pero el jefe de la Cámara de Representantes, John Boehner, aseguró este martes que una ley de reforma migratoria se aprobará "sin duda" para finales de este año, pero sin detallar cuáles serían los cambios que desea. Tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2012, los líderes republicanos han cambiado su posición y ahora apoyan una reforma migratoria con la esperanza de recuperar adeptos entre el electorado hispano, cuyo peso electoral crecerá en el futuro. Las encuestas en general reiteran que la mayoría de los estadounidenses apoyan una reforma integral migratoria que incluya el camino a la ciudadanía de extranjeros, siempre que se incorporen mayores medidas de seguridad en la frontera. Obama solicitó este martes al Congreso aprobar la ley de reforma migratoria antes del fin del verano boreal (septiembre), coincidiendo con el inicio del debate del proyecto en el Senado.