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"Los desaparecidos no son 30 mil y el Gobierno lo sabe"

Ceferino Reato sigue sacando libros polémicos: después de "Operación Traviata", "Operación primicia", y su entrevista al represor Jorge Rafael Videla en prisión ("Disposición final"), ahora acaba de lanzar un trabajo cuya tesis principal es que las desapariciones forzadas no comenzaron el 24 de marzo de 1976, con el Proceso, sino con el gobierno de Isabel Perón. Y Su planteo respecto del brazo armado del peronismo es más fuerte aún: "Montoneros nació en las sacristías de la Iglesia Católica".

Reato investigó la muerte de José Ignacio Rucci en 2008 y reabrió la causa judicial. Dos años después, estudió al Ejército Montonero en "Operación Primicia". Ahora, con "Viva la sangre", retrata el violento ecosistema social que vivió la ciudad de Córdoba antes del golpe militar: un escenario atravesado por el accionar de Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo.

Se lee, por momentos, como una novela: alianzas, traiciones y persecuciones cinematográficas. Mientras Perón desarrollaba su tercer mandato, la "patria socialista" amenazaba los ideales del general, que lanzó una ofensiva contra esa Córdoba Rebelde. Allí comenzó una lucha salvaje, con Perón ya muerto, entre agosto y octubre de 1975: la provincia central anticipaba cómo sería la represión ilegal más salvaje de la historia argentina, la de la dictadura de 1976.

Reato cuenta aquí de qué se trata "Viva la sangre", una pieza más para pensar la conflictiva década de 1970, y vuelve a tocar un tema muy polémico: el del número de los desaparecidos.

- El libro se ubica en el período que va desde agosto hasta octubre de 1975. ¿Qué pasó en ese lapso y por qué fue tan violento?
 
- En esos meses se agudiza la violencia política en Córdoba, que era considerada desde hace ya seis años la capital simbólica de la revolución socialista a nivel nacional. Por un lado, la guerrilla -el Ejército Revolucionario del Pueblo para ser más precisos- ataca con más de 200 integrantes la Jefatura de Policía con un saldo de cinco policías y un guerrillero muertos y varios heridos; por el otro, primero la policía y luego el Ejército van a incrementar su ofensiva contra las guerrillas. Córdoba es el lugar con mayor número de secuestros del país y un infierno de violencia. Todo esto en el marco del gobierno constitucional de la presidenta Isabel Perón. Paulatinamente, el Ejército, ya con el general Luciano Benjamín Menéndez a la cabeza, irá tomando todos los resortes del poder político; hacia octubre de 1975, seis meses antes del golpe, Menéndez es el nuevo hombre fuerte de la provincia. Tanto es así que en octubre de aquel año se crea el Comando Libertadores de América, un grupo paraestatal vinculado orgánicamente al Ejército y comienzan las desapariciones de personas.
 
- ¿Qué lugar ocupó Córdoba a nivel social como "laboratorio de la dictadura"?

- Ya en octubre comienzan las desapariciones; hay 69 entre ese mes y marzo de 1976, cuando se produce el golpe de Estado. El Comando Libertadores de América anticipa como será la represión ilegal a nivel nacional; tanto fue así que contaba con su propio centro para alojar a los detenidos; algunos eran liberados y otros muertos y sus cuerpos, destruidos o desaparecidos.

- ¿Cómo fue la alianza entre obreros y estudiantes que hizo que la revolución socialista esté "al alcance de la mano"?

- El actor principal fueron los obreros organizados en sindicatos que eran autónomos con relación a las conducciones nacionales y a la CGT nacional, como los mecánicos, los colectiveros y Luz y Fuerza. Estos sindicatos organizan el Cordobazo, una revuelta popular, a fines de mayo de 1969, en alianza con grupos de universitarios, en especial a través de la relación con el líder de Luz y Fuerza, Agustín Tosco, quien fue el autor de una frase que pasó a la historia: "Vamos a hacer de Córdoba la capital de la Patria Socialista". Es que en Córdoba estaba la clase obrera de vanguardia, la que trabajaba en la industria automotriz, en alianza con un estudiantado muy politizado, tanto en la Universidad Nacional de Córdoba como en la Universidad Católica Argentina.
 
 - En el libro se narra un "ataque de película", en una crónica electrizante de principio a fin, con Gorriarán Merlo de protagonista. ¿Qué pasó allí?

- Fue el ataque del ERP a la jefatura de Policía, que estaba en el Cabildo, frente a la Plaza San Martín, en pleno centro. Fue realizado por la compañía "Decididos de Córdoba", que era la unidad de combate del ERP en esa ciudad. Paralizó a la ciudad durante horas porque los guerrilleros atacaron en forma simultánea la Jefatura, el Departamento de Informaciones, el Comando Radioeléctrico y la Guardia de Infantería, que estaban ubicados en distintos lugares, protegidos por el fuego de francotiradores. Gorriarán Merlo dirigió la operación desde una mesa en el bar El Ruedo, a unos ciento cincuenta metros del Departamento de Informaciones, que era el objetivo principal; los atacantes querían entrar allí, presuntamente para matar a todos los policías que encontraran, que eran acusados de torturadores, y a un ex camarada que colaboraba con la policía, además de liberar a un detenido, Marcos Osatinsky, jefe de Montoneros, la guerrilla de origen peronista, en la región. No pudieron hacerlo y se retiraron.
 
- ¿Cómo se fueron gestando las guerrillas?

- Las guerrillas fueron favorecidas por un clima de época, que indicaba que el mundo marchaba en forma inexorable al socialismo y que la lucha armada podía acelerar ese tránsito. Eso pasaba no solo en la Argentina. En nuestro país, fueron decisivos el ejemplo de la Revolución Cubana, la disputa entre Estados Unidos y la Unión Soviética y la dictadura del general Juan Carlos Onganía, que en 1966 clausuró la autonomía universitaria y desató una ola de protestas estudiantiles; Córdoba fue uno de los centros de esas protestas. Además, el peronismo seguía proscripto y su líder, el general Juan Domingo Perón, continuaba exiliado en Madrid. Todo eso hizo que en la segunda mitad de los sesenta la juventud de clases media y alta se peronizara y, casi simultáneamente, abrazara la lucha armada. Influyó también en el caso de Montoneros la prédica de sacerdotes católicos, que consideraban a Cristo como un líder revolucionario estilo Che Guevara. Montoneros nació en las sacristías y eso queda claro en mi libro.
 
- La llamada "patria socialista", ¿qué vínculo tenía con las guerrillas? ¿Fueron sinónimos uno y otro término, o bien había distintas facciones al interior de dicho proyecto político?

- No, no fueron sinónimos; la Patria Socialista está vinculada a la violencia de masas, a la insurgencia popular. En ese marco, las guerrillas se proponían como la vanguardia armada de esas masas, con una teoría, el foquismo, que postulaba que debían encender aquel fuego que destruiría la pradera capitalista. Hay tres conceptos a distinguir: patria socialista, insurgencia popular, guerrillas. Lo que sucede es que el foquismo desplaza a la política de masas y la subordina a la violencia guerrillera favoreciendo la militarización de la política.
 
- También contás cómo operaban los "tribunales revolucionarios" de Montoneros. ¿Cómo se constituían estas instancias paralelas a los proceso judiciales ordinarios?

- Tanto Montoneros como el ERP se postulaban como una especie de "Estado paralelo" con su propio Ejército y su propia justicia revolucionaria. Tenían, también un código de justicia revolucionaria, que fueron perfeccionando. En el caso de Montoneros, había 17 delitos tipificados que prácticamente ponían bajo control toda la vida de cada uno de sus integrantes, incluso sus relaciones de pareja; por ejemplo, eran penadas las relaciones extramatrimoniales. Los delitos más graves se castigaban con la pena de muerte, como la traición y la delación. Relato el caso de un montonero fusilado por sus compañeros que ahora figura como víctima del terrorismo de Estado, una irregularidad manifiesta que implicó el cobro por parte de sus familiares de la indemnización prevista por la ley.

- Los distintos escenarios sociales, como la llamada "Operación primicia" contribuyeron a la creación de fuerzas paraestatales. ¿Qué nombres tenían? ¿Cómo se formaron? ¿Qué objetivos perseguían?

- Es el caso del Comando Libertadores de América, que pasa a centralizar la represión ilegal contra las guerrillas luego de octubre de 1975 en estrecha relación con el Ejército. Su objetivo, según una fuente militar, era "equilibrar el terror con el terror". No sólo se trataba de reprimir en forma ilegal a los guerrilleros o sospechosos de serlo sino también de preparar el clima para el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976;  hacer que la opinión pública pasara a respaldar el golpe con la ilusión de que termine con la violencia política de la izquierda y la derecha.

[RELACIONADO: "Disposición final", veinte horas con el demonio mayor]


- ¿Qué dirías que aporta al debate por la dictadura "Viva la sangre"?

- Varios aportes: indica que las desapariciones comenzaron antes, en el gobierno constitucional de Isabel Perón; sostiene que, al principio, la dictadura apeló a los fusilamientos bajo la forma de intentos de fuga fraguados y que luego masificó la figura del desaparecido; revela las verdaderas cifras de víctimas: 6.415 desaparecidos y 743 víctimas de "ejecución sumaria", 7.158 en total, según el último documento del gobierno nacional hecho público, en 2006. Esta cifra indica una matanza atroz, aunque no son los 30 mil desaparecidos que el Gobierno y los organismos de Derechos Humanos continúan sosteniendo, de manera artificial, como una mera bandera de lucha política. Es decir, los desaparecidos no fueron 30 mil y el Gobierno lo sabe. Lo sabe el Gobierno, la Presidenta, Carlotto y Bonafini. Todos lo saben.