El romance de una joven política mexicana que sacudió Argentina

Imagen tomada de Facebook
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Nada como las relaciones bilaterales para saber que el amor flota en el aire. Esta semana causó revuelo en las redes sociales la relación amorosa de uno de los principales y más polémicos políticos argentinos al confirmarse la combinación de tequila y mate con quien ahora ellos llaman “la morocha mexicana”.

Sabido por el mundo mundial que la artesanía nacional mexicana es apreciada bastante en el extranjero, el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, optó no por la talavera ni el mezcal, sino por una mexicana que fruta vendía que se encontró, casual, en uno de sus viajes de trabajo este mismo año a la Ciudad de México, con motivo de la Segunda Reunión Interparlamentaria México-Argentina.

Vaya usted a saber qué de bueno podría haber salido al poner dentro de un mismo salón a los nada apreciados legisladores de ambos países. Nadie ha confirmado aún si a la entrada se pusieron detectores de metales o si de plano dejaron las carteras en sus casas, pero es seguro que justo ahí, es de esos lugares donde ningún mortal quitado de inocencia quisiera estar.

Foto: AP
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Sin embargo, algo debe haber sacudido a la sala de sesiones que provocó que don Amado quedara prendado de la entonces legisladora Mónica García de la Fuente y viceversa, tanto así, que en los meses siguientes se llevó a cabo un intercambio… cultural entre ambos personajes, con viajes de él hacía México y de ella hacia Argentina, porque ya saben ustedes, en ambos países la tranquilidad, la estabilidad y el entusiasmo impera casi al nivel de Finlandia que los funcionarios no hallan qué hacer.

Fue justo para las fiestas patrias mexicanas cuando ambos dijeron, “si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo”, pues aparecieron prestos para la foto en la embajada de México en Buenos Aires, desatando una serie de ocurrentes comentarios de usuarios de redes sociales argentinos hacia la chica de 35 años.



Entre otras cosas, el asunto se prestó a las bromas, diciéndole por ejemplo a Mónica García de la Fuente frases como:

“Vos por las dudas, Mónica, si Amado Boudou te da algo para que firmes decile que no”.

“Querida Mónica, te recomiendo empieces a tramitar permiso para las Visitas Higiénicas a tu novio”.

“¿Mónica García de la Fuente se habrá enterado de las causas contra su novio Boudou porque se las contó él o se enteró cuando lo buscó en Google”

“Qué sentirá Mónica García de la Fuente al ser novia de un vicepresidente acusado de corrupción en varias causas y con la peor imagen en el país”.

Foto: AP
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En efecto, Amado Boudou no es el ser más popular en Argentina. Como el segundo a bordo del gobierno de la presidenta Cristina Fernández, se ha visto envuelto en escándalos de alto calado por ‘pequeñeces’ (diría él y sus seguidores) como ser procesado por delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, convirtiéndose así en el primer vicepresidente en la historia argentina en enfrentar esos cargos y seguir en funciones (eso nos suena, nos suena a los mexicanos). De enfrentar un juicio y ser declarado culpable podría ser condenado hasta a seis años de prisión y ser inhabilitado de forma perpetua para ejercer cargos públicos.

Y todo porque en esas historias de conflicto de interés que se dan de vez en cuando en América Latina, Boudou habría montado un negocio ilícito cuando era ministro de Economía para apropiarse del 70% de una empresa que desde hace tiempo monopoliza la impresión de moneda, matrículas y bonos para el Estado. De acuerdo a las versiones, el ahora vicepresidente les habría dado una manita cuando sus propietarios pidieron ayuda ante la posibilidad de quiebra con la insignificante condición de cederle la empresa a él y unos amigos, quienes en adelante seguirían las negociaciones como clásicos prestanombres.

Claro que la presidenta Cristina dirá que son rumores y ganas de ponerles el pie mientras condena a los malintencionados desde su silla de ruedas (no, sí camina, pero cómo funciona esa escenografía).

Imagen tomada de Twitter
Imagen tomada de Twitter

Pues bien, para todos esos amigos argentinos preocupados por el destino de “la morocha mexicana” al estar con tan controvertido personaje, es necesario decirles que como diríamos en México, la señorita Mónica “no vende piñas”. Es decir, si bien no puede considerarse que haya hecho algo reprochable (bueno, tampoco se sabe con exactitud si hizo algo bueno y relevante además de cobrar del erario) ni tampoco está en la mira de los políticos más malos de Malolandia, sí tiene cola que le pisen.

Si usted no es mexicano al decirle lo siguiente ni se inmutará –no se preocupe, ahorita se lo explicamos-, pero si lo es, tome nota: Mónica García de la Fuente fue hasta hace algunas semanas diputada federal por el Partido Verde Ecologista de México.  ¿Aaaaah, verdad que en el pecado viene la penitencia?

Sí, para quienes no lo sepan aún porque pensaban que no podía haber nadie con una trayectoria más reprochable que Boudou, el Partido Verde ha resultado ser uno de los grupos políticos más cuestionados de México en la última década.

Formado aparentemente por grupos ambientalistas, ha resultado ser un gran negocio familiar, donde su dirigencia se heredó de padre a hijo siendo este último un senador que ha fue detenido por conducir en estado de ebriedad pero sobre todo, por llevar una vida enmarcada en excesos de ‘niño bien’ aderezados con escándalos de corrupción.

Foto: El Universal
Foto: El Universal

Para documentar el optimismo argentino, el Partido Verde es ‘la chica de la minifalda que decide quién la manosea’ (frase política acuñada por el miembro de otro partido mexicano de iguales características), pasando así de apoyar al primer candidato de oposición que logró llegar a la Presidencia de México en el año 2000 (Vicente Fox) y dejarlo por puro despecho al no obtener una cartera dentro de la administración para 12 años después apoyar al partido que se supone ayudó a sacar del gobierno tras haber estado 70 años en el poder: el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pero esa es apenas unas de sus muchas contradicciones. Por ejemplo, es el único instituto ecologista en el mundo que apoya públicamente la pena de muerte (la cual no existe en México) además de lanzar como candidatos a puestos de gobierno a gente que practica la pesca de especies en peligro, empresarios de la ‘fiesta’ taurina y admiradores de las armas y cuestiones bélicas.

En las últimas elecciones de junio de 2015, el Partido Verde fue sancionado con más de  30 millones de dólares por prácticas ilegales en medio de las campañas, promocionándose en donde y cuando estaba prohibido (gracias a sus spots en los cines del país hizo que el séptimo arte se convirtiera en una auténtica pesadilla, sobre todo por su baja calidad), arriesgándose ha hacer lo indebido con la conciencia de que hiciera lo que hiciera, lo único que obtendría sería una multa que pagaría con recursos obtenidos de los impuestos de los mexicanos.



Como cerecita en el pastel se encuentra el hecho de que en sus filas, casualmente, llegan a estar los hijos y familiares de empresarios que terminan impulsando leyes a favor los sectores de interés de las compañías que presiden sus padres o amigos, como sucedió en el sector de telecomunicaciones, donde la hija del dueño de Televisión Azteca, una de las dos más grandes del país, fue nombrada (no electa) senadora del Verde.

No sabemos si Dios los hace y ellos se juntan, pero tanto Amado Boudou como Mónica García resultan con currículums polémicos. Y en vista de lo que todos sabemos, eso solo puede ser bueno para ellos, pues al final de cuentas se puede ver que México y Argentina sufren del mismo dolor. Y al parecer compiten por ver quién de los dos aguanta más.

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