Los secretos de un Holbein, al descubierto

Un arduo y concienzudo trabajo de restauración e investigación ha permitido a un equipo de conservadores de la Colección Real Británica desvelar los secretos que una pintura del artista alemán Hans Holbein el Joven ocultaba desde hace más de tres siglos.

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La pintura en cuestión, hasta ahora conocida como 'Retrato de Hans de Amberes' (1532), había sido considerada desde el siglo XIX una representación de un conocido orfebre de la época que trabajó para el rey Enrique VIII, en cuya corte estuvo pintando Holbein el Joven durante más de una década.

Esa hipótesis se planteó a raíz de los intentos de descifrar la escritura presente en la carta que sostiene el retratado en su mano izquierda. Ahora, sin embargo, los expertos creen haber descubierto evidencias que sugieren que el hombre del lienzo podría ser otra persona, aunque también llamado Hans de Amberes.

La primera referencia sobre la pintura en documentos históricos data de 1639, fecha en la que es mencionada como parte de las piezas pertenecientes a la colección real. Pero ya en aquellas fechas se desconocía quién era el personaje retratado.

Los historiadores británicos creen que las razones de este "enigma" tuvieron su origen en un accidente que afectó a la obra de arte en sus primeros cien años de existencia, pues gracias a las pruebas de rayos X han podido determinar que la pintura se rompió en tres partes.

Tras el grave daño la imagen fue unida y repintada, una restauración que eliminó el rastro de las pistas que informaban de la verdadera identidad del modelo. Por suerte, la actual restauración ha permitido devolver el aspecto original a la obra, sacando a la luz detalles hasta ahora desconocidos, como una llave, un anillo, o el símbolo presente en el sello para firmar documentos.

Ha sido precisamente este último elemento el más útil a la hora de identificar al enigmático personaje de la obra. Tras la restauración los expertos descubrieron que el emblema de este sello había sido modificado para parecerse a una "W", cuando en origen consistía en un círculo y unas líneas cruzadas, un símbolo empleado por algunos comerciantes alemanes.

Gracias a esta pista, los historiadores británicos han podido determinar que el retratado fue, casi con toda certeza, un importante comerciante alemán de la Liga Hanseática que negoció con Inglaterra.

Durante la reciente investigación se contó con la colaboración de tres expertos en paleografía que analizaron concienzudamente la escritura presente en la carta sostenida por el personaje. Dos de ellos creyeron identificar una letra "k" en el nombre de la carta, sugiriendo el nombre de "Henricken", mientras que el tercero cree leer "Hans de Amberes".

Es posible que este último fuera su nombre, una coincidencia que alimentó durante años la confusión con el otro Hans de Amberes, orfebre del rey. De ser así, el comerciante alemán habría tenido en Amberes —entonces en los Países Bajos españoles— su base de operaciones.

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En cualquier caso, de lo que no hay duda es de su condición de hombre de negocios adinerado, capaz de pagar un retrato realizado por el mismísimo pintor de cabecera del propio Enrique VIII.

Nota: La pintura estará expuesta al público hasta el próximo 14 de abril de 2013, formando parte de la exposición 'El Renacimiento del Norte: De Durero a Holbein', en la Galería de la Reina del Palacio de Buckingham, Londres.



Fuente: Yahoo! España
Los secretos de un ‘Holbein’, al descubierto