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El periodista que perdió su empleo por dar la noticia más importante del Siglo XX

En ocasiones el exceso de celo y profesionalidad puede ir en contra de los intereses de alguien que quiere ser riguroso en su trabajo y llevar a cabo su desempeño de la mejor manera posible. Eso es lo que le ocurrió a un periodista que se encontraba en el lugar idóneo en el momento exacto y que, en lugar de cubrirse de gloria, perdió su empleo teniendo que empezar de cero.

Edward Kennedy fue la persona que dio la noticia más importante de la primera mitad del siglo XX : el final de la Segunda Guerra Mundial.

Una década atrás, Ed (como era llamado habitualmente) había sido mandado a Europa por la agencia Associated Press, con el fin de cubrir todas las noticias que se fuesen generando desde el viejo continente. Vivió en primera persona el ascenso de Adolf Hitler al poder, la Guerra Civil española, y fue un destacado cronista de lo que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial. Motivo por el cual fue uno de los 17 periodistas escogidos para cubrir la que debía ser noticia del siglo: la firma de la rendición nazi en Reims.

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Tal histórico acto tuvo lugar a las 2:41 horas de la madrugada del 7 de mayo de 1945, pero los países aliados decidieron no hacer público dicha firma de rendición hasta 36 horas después (a las 3 de la tarde del  8 de mayo) y así poder limar ciertas asperezas que existían con el bloque soviético, que no andaba muy conforme con tal rendición y deseaba que se oficializase en Berlín.

Todos los periodistas presentes habían sido advertidos que no podrían publicar noticia alguna al respecto hasta la hora fijada. A pesar de que Edward no estaba muy de acuerdo con esa decisión, debido a que creía que una noticia de tal magnitud debía ser conocida cuanto antes por el mundo entero, acató las órdenes del alto mando militar de guardar el secreto.

La duda le llego escuchando una emisora de radio local alemana que, a las 2 de la tarde del mismo día 7, anuncio el acuerdo de rendición doce horas antes (se especula que fue para que los efectivos y mandos militares pudiesen huir del país antes de hacerse oficialmente público).

La vena periodística de Edward Kennedy se reactivó en aquel mismo instante y se dio cuenta de que no podía dejar pasar tal oportunidad; si los alemanes habían hecho caso omiso al pacto de silenció ¿por qué él debía respetarlo?

Intentó ponerse en contacto con sus superiores de la Associated Press en Londres, sin poder hablar con ningún responsable directo, por lo que decidió asumir la responsabilidad (como jefe de la agencia AP en el continente que era) de dictar un artículo al redactor que había atendido su llamada.

Su mensaje comenzó del siguiente modo: "Reims, Francia. 7 de mayo de 1945. Alemania se ha rendido incondicionalmente al Ejército Aliado y a la Unión Soviética esta madrugada a las 2.41, hora de Francia". Un texto que alcanzó las doscientas palabras y que anunciaba al mundo entero el final de la sangrienta guerra que había tenido en jaque a un gran número de países del planeta a lo largo de los últimos seis años.

Las rotativas de los principales diarios de todo el mundo sacaron ediciones extras para publicar la que se consideraba como "la noticia del siglo" y más de un presidente del consejo de administración de algún que otro periódico había contemplado la posibilidad de ofrecer un contrato millonario al hombre que había dado la exclusiva del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Pero, aunque parezca mentida, Ed Kennedy, en lugar de ser vanagloriado por ello, fue duramente castigado por no haber respetado el embargo de la noticia establecido por el mando militar aliado.

Tras la represalia, fue despedido de su empleo en la agencia AP y le fue retirada su credencial como periodista (en realidad fue el mismísimo General Eisenhower quien la rompió, tras una terrible bronca). Hasta un año después no pudo ejercer la profesión que corría por sus venas y que tanto amaba. Lamentablemente, los principales periódicos norteamericanos quisieron mantenerse al margen para no enfadar al Gobierno y ninguno le ofreció un empleo. Ahí comenzó la lucha irrefrenable de Edward por corregir la injusticia que se estaba realizando con él.

Sus grandes amigos y compañeros en la profesión le dieron la espalda en lo que creían que había sido una traición y aprovechamiento personal de una noticia que, de no haberla filtrado, hubiese sido compartida por 17 periodistas de diferentes medios.

Edward Kennedy logró encontrar un empleo en un pequeño periódico de Santa Bárbara (California). Años después, en 1963, fue víctima de un atropello que le costó la vida a la edad de 58 años en la ciudad de Monterrey, población a la que se había trasladado para trabajar en un diario local. Recientemente y con 67 años de retraso, la agencia Associated Press ha pedido disculpas por el trato que dio al periodista que, en lugar de ser castigado, debería  haber ocupado un lugar destacado en las páginas de oro de la profesión.


Fuente: Yahoo! España
El periodista que perdió su empleo por dar la noticia más importante del Siglo XX

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