Desgarrador documental muestra la vida de los niños campesinos en EEUU

En Estados Unidos, de acuerdo a cifras del grupo Association of Farmworker Opportunity Programs (AFOP), habría unos 500,000 niños trabajando en labores agrícolas. Muchos de ellos en condiciones peligrosas y sin la protección necesaria para preservar su salud y sus derechos. Un número considerable de ellos, como sus padres, son inmigrantes, la gran mayoría hispanos de bajos recursos. Trabajan, sobre todo, en los campos de California, Texas, Carolina del Norte y Ohio, por solo mencionar algunos estados.

Ese es el contexto del cortometraje ‘To the Bone’, de Erin Li.

‘To the Bone’ se presentó en el festival de cine Slamdance 2013 y anteriormente en el Festival de Los Ángeles en el 2012. El cortometraje trata el drama de los niños menores de 12 años que laboran en los campos de cultivo, pese a que por ley ninguna persona de esa edad puede trabajar en tareas agrícolas (salvo en ciertos casos, como en pequeñas granjas familiares que son propiedad de los padres de los menores). En ‘To the Bone’ dos hermanos latinos, una niña de 11 años y un niño de 8 años, trabajan con su padre en un campo de cultivo. Aunque no se menciona explícitamente, el padre sería un trabajador indocumentado de origen latinoamericano. Todos son trabajadores migrantes. Los niños trabajan un tanto a disgusto, el hermano se hiere una mano sin que pueda recibir atención apropiada y en general parecen molestos con su padre y con su situación por tener que trabajar en las duras faenas del campo. Ambos han sido instruidos para que si alguien les pregunta su edad, digan que tienen 12 años.

Entonces, una inspectora llega al lugar y comienza a entrevistar a los trabajadores. El padre les recuerda claramente a los niños que digan que tienen 12 años. La inspectora muestra una mezcla de preocupación y frivolidad, pues aunque pregunta por las condiciones laborales de los que allí laboran tiene la ocurrencia de hablarle al niño sobre videojuegos. Entonces, la niña decide no someterse más y cuando la inspectora pregunta a su hermano su edad, ella responde con la verdad: él tiene ocho y ella 11. Como resultado, el padre es despedido y debe irse, junto a sus hijos, a otra parte. A pie, inician el difícil camino en pos de otro empleo para ganarse la sobrevivencia. Entonces la chica descubre las consecuencias de sus actos y el ciclo en el que la pobreza los tiene atrapados.

La película muestra esa desesperanza: las leyes prohíben que menores de 12 años trabajen en el campo, pero para muchos niños no hay alternativa, y para sobrevivir deben seguirlo haciendo aunque ello ponga en riesgo su salud y frene su educación y expectativas futuras. La película también muestra el abandono en el que se encuentran esos jóvenes trabajadores, pues si bien la sonriente inspectora aplicó la ley que prohíbe emplear a menores de 12 años en el campo, no hizo nada para tratar de proteger el destino de los dos hermanos y su padre, forzados a irse y buscar un nuevo y rudo trabajo en los campos de cultivo.

Muchos de los vegetales que llegan a las mesas en Estados Unidos son cosechados por manos infantiles, manos cortadas hasta el hueso, como la del niño de la película, que viven en la desesperanza.

Organizaciones como Human Rights Watch han criticado que las autoridades federales no han hecho lo suficiente para actualizar las reglas de protección de los menores que trabajan en labores peligrosas o de riesgo en los campos estadounidenses. Muchos estados simplemente se han desentendido de la situación. En este contexto, ‘To the Bone’ ha ayudado a la denuncia del problema de los campesinos migrantes menores de edad y organizaciones como AFOP, la American Federation of Teachers y The Child Labor Coalition luchan para erradicar la explotación infantil, prohibir que niños laboren en tareas peligrosas y garantizar a todos los menores sus derechos.

En el 2009 se propuso una iniciativa de ley para proteger a los niños que trabajan en el campo, la Children’s Act for Responsible Employment, aunque no avanzó en el proceso legislativo. En junio del 2013 fue presentada nuevamente en el Congreso, pero actualmente sigue pendiente su proceso a nivel de comité.

-Jesús Del Toro es director del periódico RUMBO de Houston. @JesusDelToro