Miles de personas reclaman en las calles de Santiago mejoras laborales

Miles de personas marcharon el jueves en Chile para reclamar mejoras laborales a meses de las elecciones presidenciales, en el marco de una huelga nacional que constituye una prueba más del cuestionamiento del modelo económico liberal heredado de la dictadura, según analistas. Los manifestantes, convocados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), avanzaron con bailes, música y carteles en dos columnas desde la plaza Italia y el frontis de la Universidad de Santiago, y confluyeron en el céntrico parque Forestal, donde la marcha finalizó. Según la mayor sindical del país, fueron 150.000 los manifestantes que acudieron a la marcha, mientras que Carabineros los cifró en 15.500. La protesta concluyó con algunos incidentes aislados entre encapuchados que quemaron mobiliario público y lanzaron piedras a la policía, que los reprimió con carros lanza aguas y gases lacrimógenos. La manifestación fue parte de la jornada de la huelga que convocó la CUT y a la cual adherieron funcionarios públicos y estudiantes, quienes demandan un nuevo código laboral, una reforma tributaria que disminuya la desigualdad social y un incremento del salario mínimo de 380 dólares mensuales a 490. La Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) aseguró que el 90% de los 100.000 funcionarios públicos adscritos al sindicato paralizaron sus funciones. El gobierno informó por su parte que el 6,4% de los trabajadores públicos se adhirió a la huelga (unos 10.200). "No hay inconveniente en que la CUT pueda hacer una movilización. Razones para hacer un paro hoy día en el país, a juicio del gobierno, las vemos como inexistentes", dijo en rueda de prensa el ministro del Interior, Andrés Chadwick. "El hecho de que 25% de los trabajadores en Chile no gane más de 199.000 pesos (393 dólares), y el 50% no recibamos más de 307.000 (607 dólares), muestra la gran desigualdad que vivimos y las enormes reformas que requerimos", dijo Barbara Figueroa, presidenta de la CUT, tras concluir la protesta. Los trabajadores también demandan un nuevo sistema de pensiones que cambie el modelo privado de capitalización individual por uno estatal, sin lucro y de aporte compartido entre trabajador y empleador. La jornada de paro se inició en la madrugada con barricadas incendiarias que provocaron caos vial y bloqueos en los accesos a yacimientos cupríferos estatales -que no afectaron la producción-, así como la quema de un bus del transporte público, incidentes que dejaron 24 detenidos por el momento. El aeropuerto de Santiago funcionaba con normalidad, así como la mayoría de servicios y comercios de la ciudad, que no se plegaron al paro de actividades. -UN SÍNTOMA MÁS DE MALESTAR CON EL MODELO- El paro se produce a casi cuatro meses de las elecciones parlamentarias y presidenciales del 17 de noviembre, y constituye una nueva muestra del malestar existente en la sociedad chilena por el modelo económico heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que se suma a las protestas de los estudiantes en reclamo de un nuevo sistema educativo con educación pública gratuita y de calidad. "Existe un cuestionamiento legítimo al modelo heredado de Pinochet", que "en muchos casos fue útil pero que parece haber llegado a su tope", dijo a la AFP Cristóbal Bellolio, analista de la Universidad Adolfo Ibáñez. Según Bellolio, el modelo liberal instalado en Chile posibilitó crecimiento y disminución de la pobreza del 40% al 14%, pero ha generado una creciente desigualdad. La desigualdad, es a juicio del analista Guillermo Holzmann, el tema transversal en las protestas que se registran en América Latina actualmente, y según aseguró a la AFP, es probable que "el cambio o la reforma" de este modelo se convierta en "el eje transversal de la campaña electoral". Sin embargo, según Bellolio, no se deben esperar cambios radicales en el modelo, teniendo en cuenta que "los actores políticos (actuales) son los mismos que estuviero a cargo de la transición" a la democracia y la consolidación del modelo. Miles de personas marcharon el jueves en Chile para reclamar mejoras laborales a meses de las elecciones presidenciales, en el marco de una huelga nacional que constituye una prueba más del cuestionamiento del modelo económico liberal heredado de la dictadura, según analistas. La manifestación fue parte de la jornada de la huelga que convocó la CUT y a la cual adherieron funcionarios públicos y estudiantes, quienes demandan un nuevo código laboral, una reforma tributaria que disminuya la desigualdad social y un incremento del salario mínimo de 380 dólares mensuales a 490. El paro se produce a casi cuatro meses de las elecciones parlamentarias y presidenciales del 17 de noviembre, y constituye una nueva muestra del malestar existente en la sociedad chilena por el modelo económico heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que se suma a las protestas de los estudiantes en reclamo de un nuevo sistema educativo con educación pública gratuita y de calidad